Hay
personas negativas como el anciano que decía: De algo se va a morir uno, vámonos enfermando de algo.
Y hay
seres positivos como el viejito de 96 al que le dice un periodista que lo está
entrevistando: Lo felicito por su entusiasmo y espero poder entrevistarlo
cuando cumpla 100.
Y el viejo le dice:
Gracias señor, no tema que así será,
usted está joven y aún le quedan buenos años por delante.
El optimismo es un estado del alma y no hay que confundirlo con la
ingenuidad o el candor.
De
hecho, un optimista es
bien consciente de los problemas, pero elige concentrarse en la luz, no
en las tinieblas.
Cree, ama, espera y disfruta el hoy sin amargarte por el ayer ni
angustiarte por el mañana.
No alimentes una visión romántica de la
vida, simplemente cree que, a la larga, el bien se impone sobre el mal.
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