La última vez que le regalé unos zapatos a mi madre
fueron unas sandalias negras. Se las estrenó al otro día. Cuando la vi,
hasta me sorprendí, yo se
las había comprado para “un día especial” y le pregunté que porque se las había estrenado
tan rápido y me dijo: “¿Y si me muero mañana? Se las estrena otra. Son para usarse
ahora”
Dos meses después, partió a morar con el Señor!
Hoy me volví a acordar de las
sandalias negras, más abiertas de un lado que de otro.
Y recordando, me pregunto:
¿Que estamos esperando para entrenar?
Que es realmente
un día especial cuando la vida se vive una sola vez...
Así pasamos la vida esperando el momento adecuado,
el momento preciso,
el día especial
para estrenar aquello que nos hará sentir mejor...
Cuanta gente llegó aquí sin decir lo que quiso,
sin ponerse lo que quería, sin regresar a algún lugar o sin pedir perdón?
Tú sabes los amores que jamás fueron por esperar un poco
más a decirlo.
Los matrimonios que se
rompieron porque el otro
no dijo perdón primero.
Los amigos que dejaron de
hablarse por un mal
entendido.
La familia que jamás volvió a
reunirse porque no
encontraban un día.
Los sueños que se quedaron en
sueño por esperar la
oportunidad.
La gente honesta que perdimos porque fue sincera y nos dolió.
¿Y si no llega mañana?
¿Que dejaste sin estrenar,
para que otro estrenara?
¿A quién dejaste que otro amara?
¿Que palabras dejaste sin
pronunciar?
¿Con que perdón en el pecho te quedaste?
¿A quien le debes una explicación?
¿A quién debiste darle una oportunidad?
¿A quién debiste cerrar la
puerta sin jamás mirar atrás?
¿Que aventura dejaste sin hacer?
Guardamos sin estrenar palabras, compañía, sentimientos,
sueños, solo por miedo a fracasar, por vergüenza o peor aún por orgullo.
Y así vamos calmando los
latidos del corazón sin darnos cuenta que nos quedamos inerte ante la vida, por esperar a mañana...mañana no
existe, es solo una esperanza, una idea que tal vez no llega, solo nos
queda hoy...hoy hay que estrenarse los
zapatos antes que otro, luchar
por lo que amas, luchar por tu sueño, vivir equivocándonos intentándolo, antes
que otro se atreva a la mejor hazaña: LA VIDA!!!
Y cada mañana, cuando abrimos
los ojos en esta tierra de “locos” es la manera de Dios decirnos: Atrévete a intentarlo,
arriésgate, quizás este sea el día, si fallas estaré aquí y si vences también!
Hoy, yo estuve en el mismo
lugar donde está su cuerpo, pasé de lejos como quien no se atreve volver a
detenerse, por miedo a que
se le salgan las lagrimas sin hablar...pero me acordé de sus sandalias
negras, y me dio vergüenza que que yo quería estrenarme unos mocasines de colores y por miedo a que se
mojaran no me los puse...y que si se mojan, que se sequen, y que si se
rompen, los use, y que si no funciona, lo intenté...ahora ya aquí pensando hoy es un buen día para estrenar zapato...para comenzar a hacer sueños
realidad!
¿Y
tú que tienes sin estrenar?
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