El amor más puro y verdadero es ese que descubres cuando
pones en tus brazos a tu hijo. Es un amor incondicional, prometes junto con
verlo protegerlo contra lo que sea y quien sea. Se trata de un amor único que
dura toda la vida sin importar lo que suceda en todo el trayecto.
Pero tampoco hay nada más
doloroso que la pérdida de un hijo cuando todos sus sueños y anhelos estaban
puestos en él. Esto es lo que le sucedió a Richard Pringle, quien es un padre
cariñoso que desafortunadamente tuvo que experimentar un dolor muy grande, la pérdida de su hijo,
Hughie, cuando apenas tenía 3 añitos de edad. Una hemorragia cerebral fue lo que causó su despedida
debido a una condición con la que nació.
Richard al perder a su pequeño, sintió cómo su corazón se partió
en mil pedazos y asegura que esa herida nunca va a sanar. Después de un
año, tiene la fuerza para confesar
que aprendió muchas cosas y decidió compartir esas lecciones en su cuenta de Facebook para
que otros padres no dieran por sentado la existencia de su familia.
Estas son las 10 reglas de Richard que como padre no
debes olvidar:
- Valora cada momento con tus
hijos. Sin importar dónde estés y lo que estés haciendo, si estás en el
trabajo, en el auto manejando o cómodo en casa, busca experimentar todo lo que
puedas con tus hijos y
disfrutarlos al máximo.
- No olvides despedirte cada noche
y cada día de tus hijos con un beso porque nunca sabrás cuándo podría ser la
última vez que puedas hacer esas pequeñas cosas con ellos: llevarlos a la cama,
darles un beso de buenas
noches.
- Los recuerdos son para siempre.
Trata de capturar los momentos que compartes con tus pequeños a través de
fotografías o vídeos. Si algo sucede, esos recuerdos te mantendrán fuerte.
- El tiempo no para, no te la
pases trabajando. Dedícales gran parte de tu tiempo a tus hijos, juega
con ellos, llévalos a pasear al parque o a una excursión, a ir en bicicleta o
ensénales algo nuevo. No esperes hasta que sea muy tarde.
- Lleva una libreta o diario con
todo lo que hacen tus hijos. Lo bueno, lo malo, los triunfos, los
fracasos, absolutamente todo; así al crecer podrán leer todo lo que vivieron en el pasado.
- El amor es infinito, no tiene
límites. No importa qué tanto amor demuestres a tus hijos siempre habrá
mucho más por dar. Dalo
todo.
- El dinero no importa. No
te la pases preocupado por los gastos y empieza a gastar tu tiempo en tus hijos
porque eso es lo más valioso y reconfortante de la vida. Los pequeños momentos,
los detalles, todo eso a
la larga se vuelven más grandes.
- Levantarte por las mañanas y
poder ver a tus hijos es algo por lo que debes sentirte afortunado. No
desperdicies el tiempo, prepárales un rico desayuno y compártelo con ellos en
la mesa, llévalos al colegio, a los partidos de fútbol de la escuela, a ver una
película. Disfruta de
ellos.
- Canten juntos. Parece
algo trivial pero la música ayuda
a fabricar recuerdos fantásticos, así al escuchar ciertas canciones o
melodías revives recuerdos muy vívidos de cuando hacían muchas cosas juntos como los viajes en
familia o las idas al colegio.
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