El
Pontífice se reunió en la Plaza de San Pedro con unos 20.000 enamorados (feb/2014).
Las muestras de afecto se volvieron tan comunes como las
señales de la cruz en la Plaza San Pedro. El Pontífice se reunió con miles de parejas
de todo el mundo por el Día de San Valentín. Unas 25.000 personas comprometidas
para casarse fueron invitadas a un evento sin precedentes.
Pero en cuanto se conoció la noticia de la reunión, parejas de todas las edades
-incluidos muchos adultos mayores que han estado casados por décadas- colmaron
la plaza.
Los
enamorados se besaron, abrazaron y tomaron de la mano mientras escuchaban al
Papa instarlos a tener el coraje de tomar decisiones duraderas y dejar de lado
lo que llamó una cultura de lo descartable.
"Hoy, muchas personas temen tomar decisiones
duraderas. Tomar decisiones que duran para toda la vida parece imposible, pero
se puede hacer", dijo Francisco. Bruno y Rita De Petris, quienes están
casados desde hace 45 años, dijeron que fueron a la plaza porque aún se sienten
como unos jóvenes enamorados.
"Queríamos
estar acá porque sentimos que el matrimonio es una parte especial de la
vida", dijo Rita. El Papa brindó un discurso mayormente improvisado
a las parejas y destacó que no debían temer a las dificultades con las que
pueden enfrentarse. Incluso bromeó sobre las suegras.
"Todos
sabemos que la familia perfecta no existe. El marido perfecto no existe y la
mujer perfecta no existe", expresó Francisco, quien luego de una
pausa como para generar un efecto cómico agregó: "Ni hablemos de la suegra perfecta". La
multitud se echó a reír.
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