Primero
planea obtener un logro positivo y a continuación haz que ocurra. Piensa
en una experiencia gratificante y a continuación encomiéndate a Dios para que te de sabiduría y anda a
buscarla.
Una expectativa positiva no garantiza un resultado
positivo, pero seguro hace
que esta sea más probable. Cuando tú esperas lo mejor, llevas mucha ventaja para lograr
que ocurra.
Una
expectativa positiva que te permite ver todas las posibilidades que sean viables
y elegir las más positivas.
Una expectativa positiva te
da una razón sólida y una gran motivación para seguir adelante.
Cuando
deseas ir en una dirección particular, pon tu cara en esa dirección. Puedes
imaginar vívidamente el camino y centrarte en ese camino que te llevará al
objetivo.
Tus esfuerzos impactan en la calidad de tu vida y tus
expectativas afectan tus esfuerzos. Esto sólo tiene sentido si te centras en lo que veas posible. Dale
gracias a Dios por mostrarte el camino.
Disfruta mirar tu camino hacia adelante proyectando un
futuro positivo y gratificante. Espera lo mejor, y haz tu trabajo para que así sea.
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