Cansancio,
alegría, fuerza, optimismo.... Si consigues alinear el cuerpo, evitarás
el cansancio, dolores de cabeza, espalda y cuello. ¿Cómo saber cuál es la más
adecuada en cada momento? Te damos algunos tips para que tu postura no te
delate.
La
postura te delata
La columna recta, los hombros erguidos, barbilla
levantada y abdomen hacia dentro, esta línea recta corporal es la postura ideal
para lucir un cuerpo erguido y una salud plena de todos los músculos que
intervienen en ella.
Para
lograr la postura ideal, es imprescindible tener tanto la mente como el cuerpo
en forma. Muchas veces, personas con complejos, estrés o grandes
preocupaciones caminan ligeramente doblados sobre sí mismos. Una buena postura
además denota actitud y seguridad en ti misma.
Por supuesto, para lograr un cuerpo erguido de músculos
fuertes, es importante practicar ejercicio y mantener un peso adecuado. Tanto
las personas con sobrepeso como las que son extremadamente delgadas suelen mantenerse
en pie sobre malas posiciones, ya que sus músculos y sus huesos o no mantienen
su peso o están demasiado débiles para hacerlo.
Para ello, una buena alimentación y ejercicio regular son las grandes claves para
que tu postura no te delate. Andar, correr, nadar o montar en bici son
algunos de los ejercicios más adecuados para reeducar nuestra postura. El yoga
y los estiramientos son otra gran ayuda que te permitirá tener unos músculos 10
y una postura adecuada.
Te
proponemos los siguientes consejos que te ayudarán a mantener una postura
perfecta en diferentes situaciones de la vida que nos obligan a cambiar
nuestros hábitos de posición.
En
la oficina
Mantener una buena postura mientras trabajas te ayudará a
que tu postura se mantenga erguida en todo momento y además, evitarás dolores
de espalda o cuello. Es importante, al estar sentada, que tus muslos se
encuentren paralelos al suelo y las rodillas estén ligeramente más altas que
las caderas. Con esta postura evitas que tu espalda trabaje más de la cuenta.
El
yoga
El yoga es bueno para mejorar tu postura en general. Esta
disciplina trabaja los músculos centrales, haciéndolos fuertes para darte una
alineación apropiada y así lograr posturas correctas. Es una forma ideal de
reeducar tu postura.
Conduciendo
Una buena postura a la hora de conducir no solo te
mantendrá erguida sino que te ayudará a evitar accidentes. Coloca el asiento de
forma que tengas las rodillas dobladas y un poco más altas que las caderas, con
los muslos paralelos al suelo. Hay quien aconseja poner un cojín tras la parte
baja de la espalda para dar apoyo a la curva de la espalda pero nunca sentarte
sobre él.
Cuando
duermes
Usar un colchón ayuda a mantener la espalda recta y así
mejorar tu postura habitual. Si eres de las que duermen de lado, colocar una
almohada entre tus rodillas para mantener la columna alineada y recta es una
magnífica solución. El tipo de almohada que utilices también es importante para
dar soporte a la cabeza y a los hombros.
Andando
Evita los hombros caídos cuando caminas. La clave es
imaginar que tienes que mantener un libro en tu cabeza. Siente esta sensación
para lograr una postura completamente recta y, cuando te acostumbres, te saldrá
sola esta forma de caminar.
Tacones
Andar bien con tacones no es fácil, la clave es que tu
cuerpo esté relajado y recto. Si caminas encorvada te será más difícil mantener
el equilibrio y los tacones no estilizarán tu figura. Intenta no andar rápido,
mantén el ritmo y trata de mantenerte erguida, con los hombros en su sitio y la
cabeza recta.
En
fotos
Para salir bien en las fotos es importante mantenerte
recta y con una buena postura. Las posturas naturales son la mejor opción,
evitando así estar rígida y nerviosa. Las mejores fotos son siempre aquellas en
las que no se ven posiciones forzadas. Es importante la forma en que coloques
tu cara. Si tu nariz es ancha o grande, levanta el rostro y, si es una nariz
pequeña baja el rostro.
Embarazo
Trata de distribuir el peso del cuerpo entre las dos
piernas, al estar parada y de pie. Si estás de pie mucho tiempo, es aconsejable
que apoyes una pierna en alguna silla para aliviar la tensión sobre la espalda.
Al
borde de la silla
Para asegurarte de que tu postura es perfecta, algunos
especialistas aseguran que es recomendable sentarte en el borde de tu silla
para que la espalda se mantenga derecha, ya que esta postura no te permite
reclinarte relajadamente con los hombros echados hacia atrás contra el respaldo
de la silla. Esta postura es ideal para reuniones o entrevistas de trabajo ya
que te mantiene con una posición de alerta.
No
cruzar las piernas
Cruzar las piernas cuando estás sentada hace que se
altere la alineación natural del cuerpo. Siempre se aconseja sentarse con ambas
piernas apoyadas en el suelo y evitar posturas que puedan hacer que tu columna
quede torcida.
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