La espiritualidad y
los negocios pueden coexistir, y hay algunas empresas que han adoptado
prácticas espirituales en su cultura empresarial, como la meditación, la
atención plena y la ética empresarial. Sin embargo, la introducción
de la espiritualidad en los negocios debe hacerse con precaución, para evitar el uso inapropiado de
prácticas espirituales o la explotación de la fe de las personas para fines
comerciales.
La espiritualidad
puede aportar beneficios a los negocios, como la mejora del bienestar de los
empleados, la reducción del estrés, el aumento de la productividad y la mejora
de la toma de decisiones. Además, puede contribuir a la creación de una cultura empresarial más
ética y responsable socialmente. Sin embargo, es importante que la
adopción de prácticas espirituales en los negocios se haga con respeto y autenticidad, y no se
utilice como una herramienta de marketing o como una forma de manipulación.
La espiritualidad en los negocios también puede referirse a la idea de que
las empresas pueden tener un propósito más allá de la obtención de beneficios
financieros, y que pueden ser agentes de cambio positivo en la sociedad. Esto
se conoce como "empresas con propósito" o "empresas
conscientes". Estas empresas buscan integrar valores como la
responsabilidad social, la sostenibilidad y la justicia social en su cultura
empresarial y en su toma de decisiones. La espiritualidad en los negocios puede ser una forma de promover
una visión más holística y consciente del mundo empresarial, que reconozca la
interdependencia entre las empresas y la sociedad en la que operan.
En una crisis económica como la que ahora sacude al
mundo se esconde una oportunidad de oro para centrarse en lo esencial.
Una crisis es un llamado a un despertar de
conciencia para impulsar cambios positivos que
siempre tienen que ver con lo espiritual.
El
editorial del periódico The London Times dijo: "La línea divisoria entre la vida espiritual y los negocios se
está borrando".
Por
eso, estresadas y con esa sensación de
vacío que deja la obsesión por lo material, un creciente número de personas en
todo el mundo están cada día más abiertas a trascender: meditan, oran, practican yoga o reiki, se
relajan o buscan otros medios para cuidar el alma.
En
su libro Megatendencias, la estudiosa Patricia Aburdene dedica un capítulo al
tema de la espiritualidad en los negocios, y enumera hechos positivos como
estos:
La
Universidad de Loyola en Nueva Orleans cuenta con un Instituto de Ética y
Espiritualidad en los negocios,
La
Universidad de Santa Clara es un semillero de actividades del espíritu en los
negocios,
En
la Universidad de Notre Dame se dicta una clase llamada Espiritualidad y
religión en el trabajo.
El
78% de las personas busca hoy más espiritualidad.
Intel
y otras empresas patrocinan redes espirituales.
Cada
mes la Cámara de Comercio de San Francisco organiza un almuerzo informal
espiritual.
Aumenta
el número de consumidores que solo apoyan a las empresas conscientes.
-Empresarios como Warren Buffet y Bill Gates destinan millones de dólares al
servicio social.
Cada día hay más líderes y ejecutivos que se
cultivan espiritualmente y han descubierto que el camino más seguro para lograr
el control de sí mismos es la práctica espiritual.
En
palabras de un sabio profesor "el poder
mundano sin el dominio de uno mismo es la ruina del liderazgo".
Cuando usted se dedica a cuidar el espíritu,
aquieta la mente, gana paz interior y maneja mejor sus emociones. La
espiritualidad es mucho más práctica de lo que se cree y también es rentable.
Administrar
negocios con espiritualidad solo se logra con una consciencia despierta y es
real cuando las personas están antes que el resultado, se valora la dignidad
humana y se vive un equilibrio entre vida laboral, personal y familiar. La espiritualidad pide responsabilidad social y
compromiso amoroso con el Universo.
Una persona espiritual es espiritual cuando: fluye
en el amor genuino, es compasiva y no juzga, vive en un estado de unicidad con
todo, ama con aceptación y desapego, tiene una consciencia superior, camina en
la presencia de Dios y actúa sin ego, como un simple instrumento.
Además, le imprime un significado profundo a las cosas aparentemente
insignificantes y hace todo de una manera sagrada, irradia luz y
serenidad. La espiritualidad es conciencia
despierta, servicio desinteresado, amor incondicional y se puede vivir en el
agitado mundo de los negocios.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Por favor, escriba aquí sus comentarios