
- Ama a
tu prójimo como a ti mismo
- Ama al
Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente.
Este es el primero y el más grande mandamiento. Y el segundo es semejante a
este: Amarás a tu prójimo
como a ti mismo
- Amad a
vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que
os odian
- Amaos
los unos a los otros como yo os he amado
- Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado
- Bienaventurados
los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios
- Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia
- Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios
- Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados
- Buscad
primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas
- Con
vuestra paciencia ganaréis vuestras almas
- Conoceréis
la verdad, y la verdad os hará libres
- Da al
que te pida, y no vuelvas la espalda al que quiere pedirte prestado
- Dad
gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en
Cristo Jesús
- Dad, y
se os dará
- El que
escucha mi palabra y cree al que me envió, tiene vida eterna
- El que quiera ser el primero, que sea el último de todos, y el servidor de todos
- El que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido
- El que
tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me
ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él
- En el mundo tendréis aflicción, pero confiad, yo he vencido al mundo
- En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si os tenéis amor los unos a los
otros
- En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy,
pues, a preparar lugar para vosotros
- En
vuestra paciencia ganaréis vuestras almas
- Este es mi mandamiento: Que os améis los unos a los otros, como yo os he amado
- Haced bien a vuestros enemigos, y rezad por aquellos que os persiguen
- Honra a
tu padre y a tu madre
- La
verdad os hará libres
- Mirad
las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros;
y sin embargo, vuestro Padre
celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?
- No
acumuléis para vosotros tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín
corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; sino acumulad para vosotros tesoros en el cielo
- No
hagas a los demás lo que no quieras que te hagan a ti
- No he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento
- No penséis que he venido a traer paz a la tierra; no he
venido a traer paz, sino espada. Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado
- No se turbe vuestro corazón; creed en Dios, creed también en mí
- Orad
sin cesar
- Pedid, y se os dará; buscad, y encontraréis; llamad, y se os abrirá
- Pero tú, cuando ores, entra en tu cuarto, y cerrada la
puerta, ora a tu Padre que
está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público
- Por tanto, no os afanéis por el mañana, porque el mañana traerá su afán.
Basta a cada día su propio mal
- Por
vuestra paciencia ganaréis vuestras almas
- Porque de cierto os digo que si tuviereis fe como un grano
de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará; y nada os será imposible
- Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito,
para que todo aquel que en él cree no se pierda, sino que tenga vida eterna
- Porque el Hijo del hombre no vino para ser servido, sino
para servir, y para dar su
vida en rescate por muchos
- Porque
tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui
forastero, y me recibisteis
- Que
todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos
sean uno en nosotros
- Sed
vosotros, pues, perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es
perfecto
- Si me
amáis, guardad mis mandamientos
- Si
perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro
Padre celestial
- Si puedes creer, al que cree todo le es posible
- Si tu hermano peca contra ti, ve y repréndele a solas; si te escucha, has ganado a tu hermano
- Venid a
mí todos los que estáis cansados, y yo os haré descansar
- Volveré y os tomaré conmigo para que donde yo estoy, vosotros también estéis
- Vosotros
sois la luz del mundo. No se enciende una luz para ponerla debajo de un
cajón, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en la casa
- Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu
nombre
- Y el
que persevere hasta el fin, éste será salvo
- Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia
- Yo soy
el camino, la verdad y la vida; nadie viene al Padre sino por mí
- Yo soy
la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá
- Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en
mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto, porque separados de mí nada podéis hacer
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