QUÉ DECIR CUANDO SU JEFE LO ESTÁ DESPIDIENDO

Glenn Kelman, de 43 años, es presidente ejecutivo de Redfin Corp., un corredor de bienes raíces. En 1999, casi fue despedido de su puesto como supervisor de productos de Plumtree Software Inc., pero logró convencer a la empresa de que no lo echara. A continuación, extractos editados de una pequeña entrevista con el ejecutivo.

¿Cómo convenzo a alguien de que no me despida?

Creo que las palabras mágicas son: "Puedo cambiar". Pero antes de decir esas palabras, debe primero preparar los fundamentos. Lo comparo casi a la manera en que un cirujano piensa sobre cómo extraerá un tumor cancerígeno: quieres limpiar los márgenes para llegar al fondo.

Glenn Kelman lloró para que no lo despidieran. Redfin Corp.

Estuve a punto de ser despedido porque no estaba delegando lo suficiente. Lo primero que dio resultado fue que lloré. La lástima humana es una emoción poderosa. Fue una muestra de cuánto me importaba el trabajo. Hay mucha gente que simplemente decide que no vale la pena cambiar, que preferiría seguir siendo quien es que mantener su empleo.

Pero si tiene ese momento de humildad profunda donde se da cuenta de que la persona que le está diciendo todo lo que está mal en usted le está haciendo el favor más grande de su vida, y su reacción es: "Puedo cambiar. Dame 90 días y si no lo he hecho, yo me despido solo", ese es un mensaje realmente poderoso. Porque ahora no tendrán que volver donde usted y volver a conversar, usted mismo hará eso.

Al atravesar esa experiencia tuve que imaginarme de una manera muy real lo que haría mi sucesor. Había cometido tantos errores en los que me había involucrado muchísimo. Y sabía que la persona que me reemplazaría haría cambios inmediatos y se llevaría todo el crédito. Todo mundo iba a festejar. Pensé: "La única razón por la que no estás haciendo esos cambios es porque tú eres el que cometió el error desde el principio". Entonces traté de competir con mi sucesor y dije: "¿Qué hará el próximo?" Quiero ser esa persona.