Una
reciente investigación ha
demostrado que hay más posibilidades de que tus objetivos se cumplan si los
pones por escrito.
El
estudio
La
investigación se ha realizado en la Universidad de California del Sur a cargo
del profesor Gail Matthews. Han participado 150 voluntarios de distintas edades
(desde los 20 años hasta los 70). Todos los participantes fueron divididos aleatoriamente en 5 grupos.
A
todos los grupos se les pidió que pensaran en cuáles eran los objetivos que les gustaría conseguir
antes de un mes. Estos objetivos estaban relacionados principalmente con
sus negocios o trabajos.El Grupo 1 actuaba como grupo de control. A este grupo
no se le pidió nada más. Sin
embargo al resto de los grupos se les pidió más cosas en orden creciente:
Los Grupos 2, 3, 4, 5 además de pensar
en sus objetivos debían escribirlos en papel.
Los
Grupos 3,4,5 además de pensar en los objetivos y escribirlos en papel, debían escribir una pequeña
explicación acerca de cómo pensaban conseguir dichos objetivos.
Los
Grupos 4,5 además de todo lo anterior debían comentarle a algún amigo los objetivos marcados.
Finalmente,
el Grupo 5 debía ir un paso más allá y enviarle al amigo elegido un informe semanal acerca de
cómo iba el progreso para conseguir sus objetivos.
Los resultados
Un
mes más tarde se les preguntó a todos los participantes qué porcentaje de
objetivos habían conseguido. Estos fueron los resultados:
Grupo 1: 43% de objetivos
conseguidos
Grupo 2: 61% de objetivos
conseguidos
Grupo 3: 51% de objetivos
conseguidos
Grupo 4: 64% de objetivos
conseguidos
Grupo 5: 76% de objetivos
conseguidos
Los porcentajes de los Grupos 2,3 y 4
no son estadísticamente significativos unos con otros. Sin embargo sí que se
aprecia una diferencia importante en los grupos de los extremos.
En
base a los porcentajes del Grupo
1 comprobamos que únicamente pensar en un objetivo no es garantía para
conseguirlo. Los participantes de este grupo lograron menos de la mitad
de los objetivos que se habían marcado.
Por
otro lado, los porcentajes
del Grupo 5 demuestran que para que aumenten las posibilidades de conseguir
algo debes informar periódicamente a una tercera persona. Los
participantes de este grupo lograron 3 de cada 4 objetivos que se habían
marcado.
En
resumen
Pensar en algo no basta para
conseguirlo.
En tu cabeza se suceden de
manera contínua infinidad de pensamientos. Si quieres diferenciar alguno de estos
pensamientos debes seleccionarlo y plasmarlo en el papel (o en el
ordenador). Lo que consigues gracias a esta selección es darle más importancia.
Cuando algo te resulta importante comienzas a creértelo. Y ese es el primer
paso para conseguirlo.
Si además lo haces público y vas
informando de tu progreso, tus probabilidades de conseguirlo aumentarán. No es lo mismo
fracasar y sólo enterarte tú que fracasar y que también se enteren los demás.
La presión (en el buen sentido de la palabra) de aquellos que conocen lo que te propones te ayuda a
conseguir tus objetivos.
Cuando
le comunicas a alguien tus intenciones de conseguir algo, en realidad estás firmando una especie de
contrato con esa persona. Tú eres la parte que se compromete a conseguir
algo. La otra parte se compromete a ser testigo de tus logros.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Por favor, escriba aquí sus comentarios