La gran tragedia de la vida no es la muerte. La gran tragedia de la vida es lo que dejamos morir en
nuestro interior mientras estamos vivos.
Una persona que ríe a
diario no es porque
siempre le vaya bien, sino porque aprendió que debe sonreír en las buenas y en
las malas.
"Juventud, divino
tesoro, ¡ya te vas para no
volver! Cuando quiero llorar, no lloro, y a veces lloro sin querer..."
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