Para los antiguos griegos el carisma
era un “regalo de gracia”. Para un creyente ser agradable es un don que otorga
Dios.
Para unos es natural y para otros no. La verdad es que el carisma es en gran parte un comportamiento
adquirido.
Una habilidad que hay que desarrollar,
así como aprendes a caminar,
usar bien el vocabulario o estudiar un idioma nuevo.
La riqueza o apariencia están ligadas a
la capacidad de agradar,
pero haber nacido sin ellas no te impide ser carismático.
Sentimos atracción casi de manera
sobrenatural hacia algunas personas, porque nos agradan o las admiramos.
Pero
ojo, también nos puede
atraer un villano o un perverso carismático y eso lo explotan en el cine
y la televisión.
La
verdad es que somos poco
hábiles para identificar qué hace que estas personas sean tan cautivadoras.
Seduce
una linda sonrisa o la capacidad de hablar o brillar en algo pero ¿Qué más hace que alguien sea
carismático y magnético?
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