El
capitán Andrés Felipe Zabala Vélez tiene 29 años y pilotea el 'avión fantasma'
de la Fuerza aérea colombiana (FAC)
A bordo
del temido 'avión fantasma', el capitán de la Fuerza Aérea Colombiana Andrés
Felipe Zabala Vélez ha salido airoso en cada una de sus misiones. Pero hay una
batalla que la lleva perdida: su deseo de retirarse de la Fuerza Aérea.
El 20 de junio de este año pidió la baja, que quería hacer
efectiva el 10 de septiembre de este año. Pero la Fuerza Aérea le notificó que
su salida del servicio solo será posible en dos años, en octubre del 2014.
La Corte Suprema de Justicia acaba de darle la razón a la
FAC y negó una tutela con la que el capitán Zabala pretendía demostrar una
supuesta violación al derecho a elegir su trabajo.
Tanto la Corte como el Tribunal Superior de Bogotá señalaron
que la tutela no es el camino en estos casos, sino una acción de nulidad.
Zabala, que paradójicamente está desesperado por abandonar
una silla con la que sueñan centenares de jóvenes colombianos, asegura que
tiene razones personales --"soy hijo único, mi papá murió el año pasado y
mi mamá está operada del corazón, sola en Cali, mientras yo estoy en
Caquetá", dice-- y temor a terminar 'empapelado', como razones para
terminar con la carrera a la que le ha dedicado 12 de sus 29 años.
"Nadie me puede asegurar que en unos diez años no voy a
estar investigado. Pierde uno totalmente la tranquilidad y es algo a lo que no
me quiero exponer".
La
Fuerza Aérea responde que entrenar un piloto como Zabala requiere años y
recuerda que los reglamentos internos, que el capitán conoce perfectamente, son
claros: cuando un piloto termina un curso debe permanecer tres años en el
servicio público. También están obligados a permanecer tres años después
de cada ascenso.
En el caso de Zabala, la Fuerza Aérea asegura que en abril
de este año culminó su curso de piloto autónomo, y por tal razón debe
permanecer en la institución hasta abril del 2015.
Entendemos que además de pertenecer a la fuerza, los
oficiales y suboficiales tenemos otro papel dentro de la sociedad como padres,
como hijos. Por eso muchos piden la baja.
Pero también hacemos parte de la Fuerza Pública para la
defensa protección de la soberanía y vivimos en un estado social de derecho
donde el interés general prima sobre el particular y como servidores públicos
nos regula un régimen especial y nuestro retiro se hace efectivo cuando se
cumplan los requerimientos establecidos”.
Varias
decisiones de las altas cortes han avalado decisiones de postergar las
solicitudes de baja dependiendo de "la conveniencia y la necesidad
institucional".
El abogado del capitán asegura que hay al menos otros 20
pilotos empeñados en salir de la institución. El argumento de la mayoría es que
están cansados de la guerra y el temor a los procesos judiciales y
disciplinarios.
Personas
que conocen del medio advierten que, además, en muchas de esas intenciones
pesan las millonarias ofertas de trabajo que, cada vez con mayor frecuencia,
les están llegando a los militares colombianos desde el extranjero,
especialmente desde el Medio Oriente.
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