Hay muchos regalos que no cuestan
dinero y que nos podemos brindar con amor para vivir mejor.
Uno
de ellos es la
adaptabilidad a una realidad de la cual podemos cambiar acaso una
migajita y nada más.
Los animales y las plantas nos dan
lecciones de adaptabilidad
y un espejo de eso se ve en las Islas Galápagos.
Allí
el mismo Charles Darwin se
sorprendió al comprobar la maravillosa capacidad de adaptación de las especies.
El
archipiélago tiene 13 islas grandes con una superficie mayor a 10 km² y 6 islas
medianas con una
superficie de 1 km² a 10 km².
Surgieron de erupciones volcánicas y la primera isla se formó hace
unos cinco millones de años.
Cada isla tiene su propio hábitat y los animales y las plantas se han adaptado a sus duras
condiciones especiales para poder sobrevivir.
Examina tu actuar y piensa: ¿Soy un ser
flexible u obstinado?
¿Acepto los cambios o me resisto? ¿Brillo por mi elasticidad?
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