Para
suavizar y atenuar las arrugas que han aparecido en tu cara no hay nada como
aplicar este remedio casero una vez por semana: prepara una pasta con una yema
de huevo bien fresca, una cucharada de miel y otra de harinca de centeno.
Aplícate
la pasta sobre el rostro y deja que actúe durante media hora. A
continuación, retírala con agua tibia y verás como las líneas de tu cara se han
dulcificado y alisado.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Por favor, escriba aquí sus comentarios