¿ES USTED UN “ENVEJECIENTE”?

Si usted tiene entre 45 y 65 años, preste bastante atención a lo que sigue.

Si fuera menor, preste atención también porque un día llegará.

Y si ya pasó, déjelo.

 Siempre me dijeron que la vida del hombre se dividía en cuatro partes: Infancia, adolescencia, madurez y vejez.

 Casi correcto. Pero olvidaron decirnos que entre la madurez y la vejez (entre los 45 y 65 años) existe la ENVEJECENCIA.

 La envejecencia no es nada más que una preparación para entrar en la vejez, así como la adolescencia es una preparación para la madurez.
 Se engaña quien piensa que el hombre maduro se vuelve viejo de repente.
Así, de la noche a la mañana.
 ¡¡¡No!!!
 ¡Antes está la envejecencia!
 Y si usted está en plena envejecencia ¿Ya notó cómo es de parecida a la adolescencia? 
  Colóquese los lentes y vea cómo este nuevo estado es maraviloso.
  ¿Ya notó que le están apareciendo algunas espinillas?
 Así como a los adolescentes, a los envejecientes también les gustan las chicas de 20 años.
 Los adolescentes cambian la voz. Los envejecientes también.
 Cambian el ritmo al hablar, cambian el timbre de voz.
  Los adolescentes quieren hablar más rápido; los envejecientes quieren hablar más lentamente. Los adolescentes no tienen idea de lo que va a pasar con ellos de aquí a 20 años.
  Los envejecientes evitan pensar en eso.
  Nadie entiende a los adolescentes... Nadie entiende a los envejecientes...
 Ambos son irritables, se enervan con poco. Piensan que ya lo saben todo y no quieren sorpresas en sus vidas.
  A veces un adolescente tiene un hijo, es algo precoz.
  A veces un envejeciente tiene un hijo, es algo “fuera de tiempo“.
 Los adolescentes no entienden a los adultos y piensan que nadie los entiende a ellos.
 Los envejecientes tampoco los entienden.
 "Nadie me entiende" es una frase típica del envejeciente.
 Casi todos los adolescentes acaban sentados en una poltrona del dentista o en un diván del analista. Los envejecientes también.
 La comparación vale.
 El adolescente adora usar tenis y sus cabellos "a la moda".
 El envejeciente también.
 Sin hablar de las bromas.
 Ambos adoran acostarse y levantarse tarde.
  Los adolescenten aman asistir al show del artista envejeciente (Caetano,Chico, Mick Jagger).
 Un envejeciente ama asistir a un show de un artista adolescente.
 El adolescente hace de todo para aprender a fumar.
 El envejeciente pagaría cualquier precio para dejar el vicio.
  Ambos beben a escondidas.
 El adolescente se jacta de que puede lograr “tres por día”.
 El envejeciente cuando dice “una cada tres días” está mintiendo.
 La adolescencia va de los 10 a los 20 años.
 La envejecencia va de los 45 a los 65.  Después vendrá la vejez que no es más que la madurez de la envvejecencia.

  De aquí a algunos años, cuando insista en no salir de la envejecencia para entrar en la vejez, vamos a decir:

  “Es un eterno envejeciente"!

  .....¡¡¡Qué bueno!!!