Puedes no darte cuenta fácilmente, pero los alimentos que
estás comiendo todos los días podrían estar deteriorando poco a poco tu salud y
acortando tu vida útil. Pero, ¿cómo saberlo? Una dieta de eliminación de
alimentos podría ser la solución.
Dieta de eliminación
Para muchas personas, los alimentos con ingredientes
tóxicos son difíciles de detectar, especialmente para aquellos que ya
han limpiado sus dietas y sienten
como si estuvieran comiendo sano pero que incluso, manifiestan todavía síntomas
de no estar haciendo las cosas del todo bien.
Comer “sano” no es sinónimo de
estar sano, muchas veces
alimentos que son catalogados como saludables, incluyendo frutas y verduras, no
son precisamente lo que nuestro cuerpo, alterado con padecimientos
específicos, necesita.
Alergias, picazones en la piel, e inflamación en general
son causantes de enfermedades autoinmunes como la artritis reumatoide, lupus,
y otros padecimientos con el espectro autoinmune como la fibromialgia, son algunos
de los síntomas que ya nos indican que más allá de comer sano, se debe empezar
una dieta de eliminación.
La prueba puede ser
esclarecedora, pero el “estándar de oro”, es decir la última palabra para
averiguar si los alimentos están causando inflamación, es cortar los alimentos que pueden ser los
posibles culpables por alrededor un mes, y ver cómo te sientes cuando los
reintroduces, ya que, al reintroducirlos, si son realmente alimentos que te perjudican, tu
reacción será más fuerte y eso te indicará que debes erradicarlos por completo.
La dieta de eliminación que podría cambiar tu vida
Se recomienda a todo el mundo
hacer una dieta de eliminación
de alimentos al menos una vez. No se necesita estar muy enfermo para
deber hacerlo.
Este es un plan de 7 pasos para hacer tu propia dieta de
eliminación. Te sorprenderá lo que puedes aprender de esto.
1. Haz un balance. Es difícil saber a dónde vas a menos
que sepas en dónde te encuentras.
¿Tienes problemas en la piel,
problemas digestivos como gases, hinchazón o estreñimiento intermitente?
¿Sufres de alergias? ¿Cómo está tu nivel de energía? ¿Qué pasa con tu estado de
ánimo? ¿Sufres de niebla cerebral? Estos son sólo algunos de los síntomas
potenciales de la sensibilidad a los alimentos.
Por lo tanto, antes de comenzar una dieta de
eliminación, comienza en la cabeza y ve hacia tus pies, y haz una lista de todo
lo que notas en tu cuerpo, ya sea si es un síntoma sutil o de larga duración.
Esto te prepara a notar cambios importantes cuando se producen.
2. Elimina los alimentos sospechosos habituales por 23
días
La dieta básica de eliminación es
tan simple como esto:
Sin gluten, lácteos, huevos,
soja, comida rápida, o alcohol durante 23 días.
¿Por qué 23 días?
Los anticuerpos, que son las proteínas que el sistema
inmunológico forma cuando reacciona a los alimentos, tienen alrededor de 21 a
23 días para ceder, así que si no dejas las cosas a las que eres
sensible al menos durante este tiempo, no conseguirás el efecto completo para
eliminarlas.
¿Por qué eliminar el alcohol?
La eliminación del alcohol es en parte por el factor de
desintoxicación. Pero el alcohol también tiene una gran cantidad de
azúcar que ayuda a cosas tales como las bacterias perjudiciales en el intestino
a prosperar. Así que cuando eliminas el alcohol, te puede sentir mejor en un
par de semanas, no sólo por la ausencia de un disruptor del sueño y depresivo
en tu vida, pero debido a que has cambiado realmente la flora en el intestino
que es crítico para mantenerte saludable.
3. ¡Qué demonios como entonces!
Si esta es tu reacción, no te
asustes. Puedes hacerlo. La dieta requiere un poco de compras y tomar un par de
minutos al día para preparar la comida.
Todos estamos habituados a la
comida rápida, de fácil preparación. El problema es que por lo general los alimentos que pueden ser
preparados y consumidos de esta manera nos enferman a través del tiempo.
Formar nuevos hábitos toma 21
días, y es por eso que estamos haciendo una dieta de eliminación de 23 días.
Queremos estos nuevos hábitos.
4. Pero en serio…. ¿Qué debo comer?
30% de proteína “limpia”, es decir, orgánica, libre de
hormonas, procedente de animal alimentado con pasto, carne magra, pollo,
pescado y marisco salvaje.
70% de vegetales, legumbres (piensa en habas y
lentejas), nueces, semillas, algas marinas y cereales sin gluten como la quinua
o avena, y que sean orgánicos también y de preferencia crudos. Es así de simple.
5. Qué comer y qué evitar en una dieta de eliminación
Come pescado orgánico y salvaje
Comer mucha fibra, alimentos frescos y enteros, y
las comidas no procesadas; indispensable que cocines tú mismo.
Comer muchas grasas saludables que se encuentran
en el aceite de oliva, aceite de coco, aceite de girasol, aceite de lino,
aceite de nuez, y aguacates.
Qué evitar comer
Ningún tipo de alimento procesado (empacado,
enlatado, etc.)
No intentes burlar tus intentos
revolviendo lo bueno con lo malo, es decir, por ejemplo, no uses un pan sin gluten y
orgánico para untarle una cantidad de carbohidratos refinados encima para
hacerlo ver menos malo.
O no prepares licuados de frutas con leche de vaca,
que en primer lugar no es una buena combinación y en segundo, aparentemente es
algo bueno para beber, pero no lo es debido a que los lácteos no son
bienvenidos durante una dieta de eliminación.
Cuidado con los alimentos que originalmente no contienen
gluten, usualmente sufren de contaminación cruzada al juntarse con otros
alimentos que sí contienen esta proteína y que habitualmente los contaminan.
Debes ir por productos que sean libres de gluten y que estén certificados.
6. Cómo puedo reintroducir los alimentos de la manera
correcta
Esto también es mucho más simple
de lo que la gente imagina.
El día 24, elige una cosa que
eliminaste, como el gluten o productos lácteos, o huevos, pero no más de uno, y
cómelo.
Ve cómo te sientes en las próximas 48 horas. Si no
tienes ninguna reacción después de dos días, come la misma comida de nuevo, y
por segunda vez, nota cómo te sientes. A partir de ahí, te toca a ti determinar
si debes o no volver a incorporar ese alimento en tu dieta de manera regular.
Una vez que has reintroducido una primera comida, elige
otra y siga los mismos pasos.
7. Todo esto funciona mejor cuando te prestas atención a
ti mismo
A través de la dieta y el proceso
de reintroducción, nota cómo te sientes. Tal vez verás los cambios que no
esperabas. Tal vez tu
calidad de sueño o tu nivel de energía han mejorado. Tal vez el
enrojecimiento de la piel se ha ido, o tu vientre es más plano, no produces
flemas ni sientes picazón en el cuerpo. Quizás incluso (porque algunos lo
manifiestan) no tienes ansiedad ni ataques de pánico.
Ninguna
prueba de sangre te puede decir cómo será la vida sin un alimento en particular. Cuando lo veas por ti mismo, podrías estarte ahorrando toda una vida
de inflamación, síntomas molestos, y en algunos casos, incluso, enfermedades
que amenazan la vida.
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