1.
Pérdida inexplicable de peso
La evidencia científica ha demostrado que la mayoría de
los cánceres, en algún momento promueven la pérdida de peso en quien los
padece, en razón a que la
expansión y crecimiento de las células tumorales, e incluso su siembra
en diferentes partes del cuerpo, requiere de un alto consumo de energía que termina dejando a la mayoría
de los tejidos normales en condiciones de déficit.
Este proceso es tan agresivo que termina por consumir
estructuras vitales como músculos tras haber agotado las reservas de grasa. De
ahí que la Liga Colombiana contra el Cáncer insista en que si una persona pierde más de
cinco kilos en un breve periodo de tiempo (algo como cuatro meses) sin un motivo aparente, tiene
que consultar con urgencia para descartar males mayores.
2.
Tos persistente que no se va
La afectación de las vías respiratorias por compromisos
tumorales puede producir irritaciones de manera temprana, lo que se manifiesta
con tos persistente con diferentes características. Muchas veces, esta tos no está asociada a
otros síntomas.
En ese sentido, los oncólogos sugieren que si la tos permanece por más de
tres semanas, es necesario descartar la existencia de un tumor pulmonar.
En estos casos es importante no disculpar la presencia del síntoma como
resultado de factores aparentemente lógicos en relación con su aparición, como
el clima, los virus, las alergias, el asma o los cambios de temperatura. “Siempre que haya tos de más de
tres meses se debe descartar un cáncer”, explica el especialista Carlos
Castro.
3.
Masas o endurecimiento
Ganglios,
bolitas, masas, abultamientos o endurecimientos en algunas regiones que se
puedan palpar o hacer visibles a través de la piel siempre serán una señal
de que algo no está bien.
Como es natural, la proliferación de masas o los cambios
en las estructuras de los tejidos pueden ser manifestaciones primarias o reactivas de alteraciones
celulares que requieren un diagnóstico urgente.
Algunos tumores, como por ejemplo los de seno, próstata o testículos, pueden
dar señales directas de su presencia con estos abultamientos. De igual forma,
el aumento de tamaño anormal de ganglios, con dolor o sin él, puede indicar invasión tumoral o
activación de los sistemas de defensa frente a este. Por todo lo
anterior no hay que dejar avanzar estas bolitas en ninguna parte.
4.
Cambios significativos en los hábitos intestinales
Aunque no hay un patrón universal que establezca los
hábitos intestinales, lo
cierto es que cada persona conoce el comportamiento de su cuerpo frente a la
frecuencia, consistencia y característica de su deposición.
En ese sentido, la Liga Colombiana contra el Cáncer
considera que cambios abruptos y sin causa aparente de estas condiciones hacia
diarreas profusas o estreñimientos, además de modificaciones en la consistencia, el tamaño y
el calibre, junto con la aparición de elementos extraños como sangre, pigmentos
o la ausencia de color deben ser motivo urgente de consulta.
Según explica Castro, desafortunadamente, muchos de esos síntomas son
señas tardías de tumores en las vías digestivas, por lo que sugiere
estar atentos de cambios, así sean mínimos, para procurar diagnósticos
tempranos. En el caso de
hemorragias, no hay que esperar ni un segundo.
5.
Molestias gástricas que no se calman
"Las
agrieras", "la acidez", "el reflujo" y las
"gastritis" son términos genéricos que envuelven molestias que
técnicamente se conocen como dispepsias, que cuando se presentan a
repetición exigen una evaluación profunda para determinar su causa y,
consecuentemente, el tratamiento. De acuerdo con el gastroenterólogo Ángel
Alberto Castro, estos
signos y síntomas no son menores y menos deben ser tratados de manera personal
con antiácidos o remedios caseros porque pueden enmascarar alteraciones
orgánicas graves.
De hecho, asegura que el cáncer de estómago es el tumor más grave en términos
de mortalidad en el país y muchos desenlaces y complicaciones se deben al diagnóstico tardío
en razón a que algunas personas aplazan la consulta y los exámenes por
considerar que son molestias pasajeras. En ese sentido, la recomendación es que si van más allá de dos
semanas es mandatorio ir al médico.
6.
Sangrados y moretones
Tanto las pérdidas pequeñas como las abundantes de sangre sin ninguna justificación
y por cualquier parte del cuerpo, como en las flemas, por la nariz, por heridas que no cicatrizan, la
deposición o la orina, así como la aparición de moretones y hematomas sin
antecedentes de trauma son señales que requieren atención médica
urgente, bajo la premisa de que el cáncer, en muchas de sus manifestaciones,
puede ocasionar estos síntomas en cualquier etapa de su curso.
Tal como con la tos, aquí no hay que disculpar estas
señales, según el experto Castro, con la presencia de otras enfermedades que
podrían enmascarar la aparición de un tumor. “Es el caso de personas que piensan que siempre les han
sangrado las encías, tienen infecciones urinarias o son propensas a cambios en
la piel por fragilidad capilar”, concluye el médico de la Liga contra el
Cáncer.
7.
Fiebre
La fiebre es muy común en los pacientes que tienen
cáncer, aunque ocurre con más frecuencia después de que el cáncer se ha propagado desde el lugar
donde se originó.
Casi todas las personas con cáncer experimentarán fiebre
en algún momento, especialmente si el cáncer o sus tratamientos afectan al
sistema inmunológico.
Con
menor frecuencia, la fiebre puede ser un signo temprano de cáncer, como por
ejemplo en caso de la leucemia o el linfoma.
8.
Cansancio
Si
sufre de cansancio constante debería consultar al médico.
El cansancio es un agotamiento extremo que no mejora con
el descanso.
Puede ser un síntoma importante a medida que el cáncer
progresa.
No obstante,
en algunos cánceres, como la leucemia, el cansancio puede ocurrir al principio.
Algunos cánceres de colon o estómago pueden causar
pérdida de sangre que no es evidente.
Ésta
es otra manera en la que el cáncer puede causar cansancio.
9.
Cambios en la piel
Junto con los cánceres de piel, algunos otros cánceres
pueden causar cambios en la piel que se pueden ver. Estos signos y síntomas
incluyen:
Oscurecimiento
de la piel (hiperpigmentación)
Coloración
amarillenta de la piel y de los ojos (ictericia)
Enrojecimiento
de la piel (eritema). Picazón (prurito)
Crecimiento
excesivo de vello
10.
Un cambio en el hábito de la función de la vejiga
El
dolor al orinar, sangre en la orina o cambios en la función de la vejiga
(tales como orinar con mayor o menor frecuencia) pudieran estar relacionados
con cánceres de vejiga o próstata.
11.
Heridas que no cicatrizan
Es
muy importante que la gente que fuma o bebe alcohol vaya al doctor cuanto antes
si tiene llagas en la boca.
Mucha gente sabe que los lunares que crecen, duelen o
sangran pueden ser síntomas de cáncer de piel, pero también debemos estar
atentos a las pequeñas heridas que no cicatricen en más de cuatro semanas.
Una
llaga en la boca que no se cura puede deberse a un cáncer oral.
Cualquier cambio en la boca que dure mucho tiempo se debe
examinar inmediatamente por un médico o dentista.
Las
llagas en el pene o la vagina podrían ser signos ya sea de una infección o de
un cáncer en etapa inicial, y deben ser examinadas por un profesional de
la salud.
12.
Sangrado
Un sangrado inusual puede ocurrir en caso de cáncer en
sus etapas iniciales o avanzadas.
Toser sangre podría ser un signo de cáncer de pulmón.
Por otro lado, si aparece sangre en el excremento (lo que
puede tener un color muy oscuro) podría ser un signo de cáncer de colon o
cáncer de recto.
El cáncer de cuello uterino del endometrio (revestimiento
del útero) puede causar sangrado vaginal anormal.
Asimismo, la sangre en la orina puede que sea un signo de
cáncer de vejiga o del riñón.
Una secreción con sangre que salga del pezón puede que
sea un signo de cáncer de seno.
13.
Dificultad para tragar
Si
la dificultad al tragar es persistente podría ser señal de un cáncer de
esófago, de estómago o de faringe.
La indigestión o dificultad para tragar persistente
pueden ser signos de cáncer de esófago (el tubo de deglución que llega hasta el
estómago), de estómago o de faringe (garganta).
No
obstante, como la mayoría de los síntomas en esta lista, a menudo son causados
por otras causas distintas al cáncer.
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