¿Alguna
vez ha deseado recordar el inglés que aprendió en el colegio? ¿Ha visto con
anhelo a niños intrépidos esquiando? ¿O ha admirado un salón de clases de
adolescentes programando?
Las
personas pueden aprender en cualquier momento de sus vidas, dicen los expertos
en el tema, aunque la creencia popular es que aprendemos mejor de niños.
Quizás a los adultos les tome un poco más, pero si están dispuestos a dedicarle
tiempo, pueden aprender muchas habilidades que a menudo asumimos deben
aprenderse antes de llegar la edad adulta.
La
plasticidad cerebral se encuentra en su punto más alto hasta alrededor de los
20 años. Con la edad, empezamos a equilibrar la habilidad de adquirir
nuevos conocimientos con la habilidad de almacenar lo que hemos aprendido.
A diferencia de los niños, los adultos a menudo piensan a fondo sobre una nueva
habilidad antes de intentar aprenderla.
Todo ese pensamiento no es del todo negativo. Los adultos pueden comprender
mejor todo lo que implica una tarea y son capaces de “pensar con profundidad
sobre lo que están haciendo mal”.
Cuando llega la hora de realizar el primer swing de golf,
aprenda a dejar de pensarlo tanto. Los atletas y artistas élite se relajan,
vacían su mente y entran en el ritmo. Los adultos que están aprendiendo una nueva actividad
pueden hacer lo mismo.
Encontrar
tiempo es un reto. Para muchos, el obstáculo psicológico más difícil es
aprender a superar el miedo de verse tontos.
Quizás las personas mayores busquen ser perfectos desde
el comienzo. Enseñarles a
“fallar de vez en cuando” es con frecuencia un reto.
La enseñanza de idiomas históricamente se ha enfocado en
la mecánica, en lugar de la conversación. Sin embargo, los niños simplemente
empiezan a hablar, sin miedo a cometer errores.
Es
posible “reactivar” aptitudes de idiomas que podría haber almacenado en su
cerebro, o puede comenzar desde cero. Considere cuánto tiempo tiene para
dedicarle a este desafío.
Si
va a estudiar otro idioma, encuentre lo antes posible a hablantes nativos con
los que pueda interactuar. Hay sitios web que pueden conectarlo con una
persona que habla el idioma que quiere aprender. Incluso una o dos semanas de
inmersión en un nuevo país pueden ser suficientes para aprender herramientas
básicas.
Cantar es algo que todos pueden hacer sin tener que tomar
lecciones. Pero cantar bien requiere práctica.
Si
quiere aprender a cantar por cuenta propia, recuerde: lo que usted escucha
cuando canta no es lo que el público escucha. Además del sonido que
viene de sus propias cuerdas vocales, también oye la conducción ósea, es decir
las frecuencias conducidas en el cráneo.
“Eso
hace que el sonido sea muy diferente”. Utilice su smartphone para
grabarse a sí mismo y detecte las partes que podrían mejorar.
La práctica dedicada es clave, con calentamientos y ejercicios para desarrollar
la voz. Ponga
atención a la postura y la respiración.
Los principiantes deberían buscar un coro en el que puedan
cantar con voces más fuertes y desarrollar confianza. Las lecciones privadas
ofrecen atención individual. “Es bueno tener los oídos de otra persona que nos puede ayudar a mejorar”.
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