Posteriormente fundó la firma exportadora del grano "Pinzón y Huth" por lo que se le llamó “El Rey del Café”. En el año 1.913 fundó la “Cámara de Comercio de Manizales” que aún es fuente de desarrollo de la región y del país.
Carlos Eduardo Pinzón Posada murió en 1925 no obstante sus obras aun son reconocidas en Manizales por su trascendencia regional como fueron el trabajar por sacar adelante proyectos como el Cable Áereo de Mariquita a Manizales, el Ferrocarril de Caldas y el apoyo que prestó en la reconstrucción de Manizales después del gran incendio que hubo.
Emma Pinzón fue una persona siempre muy orgullosa de su pasado y de su familia, porque no solo recibió el ejemplo de su padre, sino que tuvo la oportunidad de educarse cunado aun estaba muy joven en un colegio en Pensilvania (USA) y luego hacer un recorrido con su mamá y su hermana por toda Europa, algo que era casi imposible realizar en esa época.
Aprendió muy bien el idioma Inglés, que luego le sirvió para enseñarlo a las alumnas del Colegio Sagrado Corazón en esta ciudad y lo habló muy bien hasta mas allá de los 90 años.
Ella contaba a sus hijos, nietos y bisnietos de todo lo que le significó para ella ese viaje y las anécdotas que vivió:
· Contaba la odisea que representaban el viaje de varias semanas a Caballo de Manizales a Honda para luego tomar el barco a vapor por el río Magdalena hasta la ciudad de Barranquilla.
· De allí tomar otro barco hasta los Estados Unidos.
· Vivir y estudiar con su hermana en un país muy extraño, con otra cultura, otro idioma, donde el contacto con sus familiares se hacía a través de cartas que tardaban en llegar hasta 3 meses.
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Luego tomar un trasatlántico dos meses de USA a Europa para vivir durante mas de un año en París, Roma, Madrid, etc. donde pudo vivir cómodamente.
Contaba que su papá le enviaba el dinero a esos países a través de los comercializadores del café. Contaba que “en ese tiempo el peso Colombiano tenía mas valor que el dólar”.
Vivió en Manizales, en una generación que en sus comienzos no tenía electricidad, ni teléfono, ni TV, ni automóviles, ni aviones, ni trenes y mucho menos cosas que hoy son indispensables como computadores, celulares, Internet, hornos microondas, fax, etc. Pero tenía unos padres ejemplares, muchos hermanos, una casa muy grande, con patio (Con sembrados de moras, brevas, tomate de árbol y chiliguecas entre otras), dos caballos (Palemón y La Colombina) y un perro muy fiel (Corso).
Luego se casó y su vida no fue fácil. Fue la primera mujer que logró conseguir una dispensa desde Roma para poder separarse de su esposo Antonio Arango. (Este tema fue su gran secreto, porque nunca habló mal de él, ni de lo que vivieron, ni dio detalles del porqué se separaron).
Tuvo 5 hijos: Rocío, Mauricio, María Adelina, Ramiro y Elvira a los que tuvo que educar haciendo el papel de Padre y de Madre y a los que consideró siempre como su mayor tesoro. Su pena mas grande fue la muerte trágica de su hija Rocío hace mas de 30 años. Como anécdota, cuando Emma tenía 101 años y a pesar de su avanzada edad le preguntaron ¿Emma aún recuerda a Rocío? Ella contestaba: “No es que no la recuerde, sino que nunca la he olvidado”.
Su secreto para vivir tantos años se puede resumir en:
· Mantenía una actitud tranquila y positiva frente a la vida (No se angustiaba, ni se quejaba por nada).
· Caminó mucho todos los días, hasta los 95 años.
· Tenía una alimentación sana, sin excesos, y muy bien balanceada (Carnes, verduras, cereales), pocas harinas, poca sal y poco azúcar.
· Siempre mantuvo un cuerpo delgado.
· Rezó mucho y le daba gracias a Dios por todo. Su oración mas frecuente era “Gracias Dios mío por todo, protégeme a mi y a toda mi familia”.
· Manejaba muy buenas relaciones con todos.
· Era muy culta, leía mucho y siempre estaba muy bien informada.
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Admiraba todo y no habló nunca mal de nadie.
· No fumó y le gustaba tomarse algunas veces una copa de vino.
· Ayudaba todos los días a los pobres tejiéndo sacos de lana.
· No se automedicaba (ni para una aspirina) y solo tomaba remedios cuando fuera estrictamente necesario.
· No le tenía miedo a casi nada, solo a los temblores y respecto a la muerte decía “por ahora es mejor aquí”.
· Se adaptaba fácilmente al cambio y a la época. No estaba de acuerdo con el dicho “Todo tiempo pasado fue mejor” porque decía “ahora hay muchas cosas mejores”.
Doña Emma vivió plenamente, nos dejó un buen ejemplo y nos hizo quedar y sentir muy bien a todos.
Escrito por:
CARLOS ALBERTO LONDOÑO ARANGO
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