Algunas
personas se fijan el objetivo de correr una maratón a los 70 años, o nadar
1.600 metros a los 80. Pero para la mayoría de nosotros, los objetivos de salud que llegan con
cada nueva década son más simples: poder sentarnos en el piso con nuestros
nietos, subir por las escaleras en un museo o simplemente preocuparnos menos.
¿Cómo puedes hacer que tus objetivos de salud se hagan
realidad a cualquier edad? Hablamos con algunos expertos y leímos las últimas
investigaciones para saber qué se debe hacer en cada una de estas tres décadas
de la vida para hacer que los siguientes años sean saludables y felices.
A
los 50
Corazón:
si no has hecho cambios de estilo de vida relacionados con la salud cardíaca,
como dejar de fumar, comer bien o hacer más ejercicio antes de llegar a los 50,
ahora es el momento de empezar. Además de esos cambios, dice el doctor del
Centro Médico de la Universidad Erasmo de Róterdam, es bueno conocer tus cifras: es decir, tu presión
arterial y colesterol. “Pero medir estos factores no es tan importante
si no se lleva un estilo de vida saludable”, comenta Franco, portavoz de la
Sociedad Europea de Cardiología. Un estilo de vida saludable es la mejor manera
de mantener bajo el riesgo cardiovascular en esta década, pero los medicamentos
a base de estatinas que disminuyen el colesterol pueden ayudar.
Para
la mayoría de los hombres, el riesgo elevado de ataque cardiaco comienza
alrededor de los 50 años. Para las mujeres, puede llegar una década más tarde. Otra
diferencia que hay entre ambos sexos es la manera en que el ataque cardíaco se
ve y se siente. Muchas mujeres no se dan cuenta de que están teniendo uno
porque no necesariamente sienten el dolor característico que sí experimentan
muchos hombres, y algunos médicos no saben que las mujeres tienen las mismas
posibilidades de tener problemas cardiovasculares que los hombres, comenta
Franco.
Músculos:
“A los 40 y 50 realmente deberíamos estar pensando en nuestra composición
corporal y salud muscular, porque sabemos que cuando tengamos 60, 70 y 80, será
muy importante”, afirma el profesor adjunto de medicina física y rehabilitación
en la Clínica Mayo de Estados Unidos. Es decir: haz ejercicio ahora o laméntalo
más adelante. A los 50, comenzamos a notar lo que LeBrasseur llama “uno de los
sellos distintivos del envejecimiento”: la disminución de la masa muscular.
Hacer ejercicio a los 50 puede ayudar a desacelerar ese descenso. Y permanecer
activo en esta década también puede mantener la fragilidad a raya. “La
fragilidad es lo opuesto a la resistencia”, explica LeBrasseur, “cuando el
cuerpo que está envejeciendo no se recupera de un simple contratiempo”.
Salud
sexual: El momento es ahora para los hombres. Los mismos tipos de
problemas vasculares que generan un riesgo cardíaco también pueden hacer que no
funcionen tan bien en la cama. “Una vez más, el mensaje del estilo de vida es
importante porque ayuda a mantener una salud sexual adecuada tanto como la
salud cardiovascular, la mental y otros factores”, afirma Franco. Y no esperes:
muchas veces, añade, los hombres se sienten avergonzados y no consultan a su
médico hasta que es demasiado tarde para tratar un problema de manera fácil y
efectiva.
Boca:
perder dientes a medida que envejeces ya no es una realidad. Pero la salud
bucal no es solamente una preocupación estética. Las investigaciones relacionan
cada vez más la salud de la boca con problemas como diabetes y enfermedades
cardíacas. Se cree que la inflamación en la boca, especialmente en las encías,
está relacionada con una inflamación dañina en otra parte del cuerpo. Y la
capacidad de masticar con facilidad incluso ha sido relacionada con un menor
riesgo de desarrollar demencia.
A los 60
Mente:
este puede ser un momento emocionante para aquellos que pasaron años
preparándose para la relativa libertad de la jubilación. Pero ahorrar no es la
única manera de prepararse para este cambio en la vida. “Al trabajar, te
enfrentas constantemente a desafíos mentales”, comenta Franco. “Cuando se deja
de hacer lo que se estaba haciendo, su trabajo, todo tu estilo de vida se
modifica”. Sin un plan concreto de lo que se desea hacer con el tiempo libre
que tendrán, el aburrimiento puede ser el mejor panorama y la depresión, el
peor. Traza un plan para mantenerte activo física y mentalmente, si se acerca
el momento de jubilarte. Un trabajo como voluntario para ayudar a otros, o un
pasatiempo divertido como practicar un deporte o asistir a un club social, son
algunas de las mejores formas para que los jubilados puedan mantenerse
productivos y felices, según un estudio realizado en 2013 que analizó a
jubilados y personas de la misma edad que seguían siendo parte de la fuerza
laboral. “Descubrimos que aquellos que participaban como voluntariados o que
proporcionaban algún tipo de ayuda a otros estaban menos deprimidos y
disfrutaban de una mejor calidad de vida”, afirma Kristina Potocnik, autora
principal del estudio y profesora en la Facultad de Negocios de la Universidad
de Edimburgo, en Reino Unido. “La calidad de vida se puede describir mejor en
términos generales como todo lo que tiene que ver con nuestro bienestar, salud
mental y física, satisfacción en la vida, felicidad, disfrutar de las
relaciones y las actividades”, explica. “Una vez que los individuos se jubilan,
resulta beneficioso para ellos involucrarse en algún tipo de actividad
productiva para mantener la calidad de vida en su madurez”.
Huesos:
aumentar la fuerza ósea no es algo que solamente deben hacer los niños. En
lugar de la porción de queso cargada de calcio o el vaso de leche que se le
podría dar a un niño, los adultos pueden mantener los huesos saludables con una
solución completa: el ejercicio. A lo largo de la vida, los huesos saludables
se logran como resultados de las cargas sobre el tejido óseo. Una de las
mejoras formas de carga es el ejercicio con peso. Eso no significa hacer
culturismo: solo caminar es un buen ejercicio para tus huesos, afirma Le-
Brasseur.
Sueño:
¿Duermes lo suficiente? Envejecer no significa que necesites dormir menos: las
necesidades de sueño de cada uno son diferentes. La mayoría de las personas
necesitan entre 7 y 9 horas para sentirse bien a la mañana siguiente. “A veces
pensamos que podemos disminuir las horas de sueño para hacer más cosas, o ver
más televisión, pero realmente no es algo que deberíamos sacrificar”, comenta
Franco. ¿La respuesta? Algo que los expertos llaman “higiene del sueño”: eso
significa establecer horarios regulares para dormir y para despertarse (y
respetarlas); crear un entorno tranquilo, oscuro y relajado para dormir; y
evitar la cafeína y el alcohol antes de acostarse. Si aun así tienes problemas,
consulta al médico. Por ejemplo, si te despiertas a menudo con dolor de cabeza
o si tu pareja dice que roncas muy fuerte o respiras entrecortado por la noche,
consulta sobre la apnea del sueño.
Estilo
de vida: “¿Cuándo es tarde para hacer cambios en tu estilo de vida?”,
pregunta Franco. “Nunca es tarde. Si puedes comenzar a hacer cambios a los 50
años en lugar de los 60, fantástico. Pero, si puedes mejorar tu estilo de vida
a los 60 o a los 70, obtendrás también los beneficios”. Eso se aplica a todo,
desde empezar un programa de ejercicios hasta dejar de fumar. De hecho, esto
último a cualquier edad, e incluso reducir la cantidad de cigarrillos, tiene
efectos inmediatos sobre la salud. En 2012 un grupo de investigadores alemanes
que analizaron datos de 17 estudios realizados sobre más de un millón de
personas llegaron a la conclusión de que la cantidad de tiempo a partir de la
que se deja de fumar marca una diferencia, pero los ex fumadores se sienten
mejor sin importar cuándo dejaron de fumar.
A
los 70
Corazón: a los 70, el
mensaje es muy similar al de otras edades: nunca es tarde para hacer cambios
saludables. “Incluso si mejoras el control y el nivel de la presión arterial,
todavía te beneficiarás”, comenta Franco. Sin embargo, la salud cardiovascular
no se relaciona solo con el corazón. El cerebro también se favorece con un
mejor flujo sanguíneo. “Los mismos factores de riesgo de problemas cardiovasculares
se aplican a la demencia y a la función cognitiva”, apunta Franco.
Mente:
también está conectada con la salud de forma menos tangible. En esta década,
compartir lecciones de vida y experiencias es una de las maneras más valiosas
en que una persona puede contribuir con la sociedad, observa Franco. En estos
años, es más probable que disfrutes mucho más de las cosas simples: darte un
capricho, pasar tiempo con otras personas o un inesperado golpe de suerte,
según los investigadores.
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