CALVES PARA CURAR CASPA

Si tiene caspa, parta de esta premisa: no sólo es el único que la tiene o la ha tenido. Así que, en lugar de amargarse, aprenda a ponerla a raya. Además de visitar al dermatólogo, tenga presente lo que sigue:

No la descuide: si no le pone cuidado, ella se acumulará y le causará comezón. Lo peor es que si le da por rascarse, aumentará el problema y la posibilidad de lesionarse.

Lave y lave: a mayor frecuencia de lavado con champú, más fácil controlarla. Hágalo, sin falta, todos los días.

Primero, suavecito: con frecuencia la caspa se debe al exceso de grasa. Diluya champú suave en una parte igual de agua destilada. Aplíquelo y enjuáguese bien. El agua de botella puede servir.

Póngase duro: si lo anterior no es suficiente, use productos con sulfuro de selenio o piripiona de zinc. Ellos retardan la multiplicación de las células del cuero cabelludo. Los que tienen ácido salicílico y azufre aflojan las escamas y se pueden eliminar más fácilmente. Los que tienen bactericidas evitan la infección. Ojo: debe recomendarlos un dermatólogo.

Cúbrase: después de producir espuma con el champú recomendado por el médico, cubra el cabello mojado con un gorro de baño durante una hora. Eso sí, evite salir a la calle antes de enjuagarlo.

Tomillo: tiene propiedades antisépticas. Hierva cuatro cucharadas de tomillo seco en dos tazas de agua. Cuele y deje enfriar. Aplíquelo en el cuero cabelludo y masajéese. No se enjuague.

Lubríquese: aunque la grasa acarrea problemas, un tratamiento ocasional con aceite de oliva sobre el cabello húmedo puede ayudar. Déjelo treinta minutos y lávelo con un champú de los medicados.

Asoléese: aunque sea en la terraza de su casa, tome el sol. La luz ultravioleta tiene efecto antiinflamatorio, lo cual hace que la piel descame menos. Advierto: no más de treinta minutos. ¿Ahora entiende por qué en el verano hay menos casposos?

Cálmese: las emociones empeoran el problema. Así que tranquilito, relájese y haga yoga o cuente hasta diez.