He
llegado a la cima del éxito en los negocios.
A
los ojos de los demás, mi vida ha sido el símbolo del éxito.
Sin
embargo, aparte del trabajo, tengo poca alegría. Finalmente, mi riqueza no es
más que un hecho al que estoy acostumbrado.
En este momento, acostado en la cama del hospital y
recordando toda mi vida, me doy cuenta de que todos los elogios y las riquezas
de la que yo estaba tan orgulloso, se han convertido en algo insignificante
ante la muerte inminente.
En la oscuridad, cuando miro las luces verdes del
equipamiento para la respiración artificial y siento el zumbido de sus sonidos
mecánicos, puedo sentir el aliento de la proximidad de la muerte que se me
avecina.
Sólo
ahora entiendo, una vez que uno acumula suficiente dinero para el resto de su
vida, que tenemos que perseguir otros objetivos que no están relacionados con
la riqueza.
Debe
ser algo más importante:
Por ejemplo, las historias de amor, el arte, los sueños
de mi infancia...
No dejar de perseguir la riqueza, sólo puede convertir a
una persona en un ser retorcido, igual que yo.
Dios
nos ha formado de una manera que podemos sentir el amor en el corazón de cada
uno de nosotros, y no ilusiones construidas por la fama ni el dinero que gané
en mi vida, que no puedo llevarlos conmigo.
Solo puedo llevar conmigo los recuerdos que fueron
fortalecidos por el amor.
Esta es la verdadera riqueza que te seguirá; te
acompañará, le dará la fuerza y la luz para seguir adelante.
El amor puede viajar miles de millas y así la vida no
tiene límites. Muévete adonde quieras ir. Esfuérzate para llegar hasta las
metas que desea alcanzar. Todo está en tu corazón y en tus manos.
¿Cuál
es la cama más cara del mundo? La cama de hospital.
Usted, si tiene dinero, puede contratar a alguien para
conducir su coche, pero no puede contratar a alguien para que lleve su
enfermedad en lugar de cargarla usted mismo.
Las
cosas materiales perdidas se pueden encontrar. Pero hay una cosa que nunca se
puede encontrar cuando se pierde: la vida.
Sea cual fuere la etapa de la vida en la que estamos en
este momento, al final vamos a tener que enfrentar el día cuando la cortina
caerá.
Haga
tesoro en el amor para su familia, en el amor por su esposo o esposa, en el
amor por sus amigos...
Trátense bien y ocúpense del prójimo.
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