El “arte” de compartir archivos ya es una
religión oficial en Suecia.
Existe una religión, de nombre original
Kopimism (Copimismo), que posee dios, ritos, símbolos y creencias, como otra
cualquiera, e incluso es oficial en el país nórdico de Suecia.
”Copiar y pegar lo que quieras será toda la ley“, dice el lema principal
de la religión. Kopimi es
el nombre del dios omnipotente del Copimismo. Por “colmo”, posee unos
símbolos sagrados, que son Ctrl+C y Ctrl+V. Esta religión tiene hasta mártires,
crucificados con demandas, y enemigos personificados en empresas y agencias.
“Internet är min distribuerade hjärna” es una
oración copimista, que significa “Internet es mi cerebro distribuido”
El
Copimismo se está expandiendo por Suecia de una manera impresionante. Sus más
de 3.000 seguidores, llamados copimistas (kopimists originalmente), buscan la
protección de aquellos que “creen” en compartir archivos mediante Internet. Su
fundador es Isak Gerson, un estudiante de filosofía que ha conseguido triplicar
el culto del Copimismo en los últimos seis meses.
La
Iglesia Misionera del Copimismo consiguió legalizar su culto, tras numerosos
intentos, en el año 2010. Y esto no significa que copiar archivos sea legal en
el país sueco, pero siendo una religión protegida por la Constitución, puede
llegar a la protección de la justicia. Si existe libertad de rito, ¿por qué no libertad de
descargas?
EL
BECERRO DE ORO
El
becerro de oro era, según la Biblia, un ídolo, un «falso dios» adorado por los
israelitas.
Cuando los hebreos salieron de la esclavitud
en Egipto guiados por Moisés, llevaban la plata y el oro que los egipcios les
habían dado. Al llegar al
monte Sinaí (en Arabia), Moisés lo escaló para hablar con Dios. Pero, al
ver que tardaba muchos días, el pueblo hebreo le pidió a Aarón (hermano de
Moisés) que les hiciera "dioses que marchen delante de ellos".
Aarón accedió y con los aretes de oro que
todos llevaban en las orejas, fundió un ídolo con forma de becerro. Los hebreos
lo adoraron y le ofrececieron sacrificios a ese dios.
Tras cuarenta días, Moisés baja del monte
Sinaí con dos tablas de piedra, en las que estaban escritos los Diez
Mandamientos. Pero al ver
que los hebreos estaban adorando al becerro de oro, rompió las tablas de la ley
(que el propio dios Yahvé había escrito ).
Luego
destruyó a ese becerro de oro, haciéndolo "polvo". Este polvo lo esparció en el agua, en la que el oro flotó. Como
castigo a los israelitas les hizo beber de esa agua con el oro flotando.
Posteriormente, Moisés volvió a subir varios
días al monte y volvió con dos planchas iguales a las primeras, de piedra, en
las que dijo que el dios Yahvé le había mandado escribir otros Diez
Mandamientos.
NOTA:
¿OBSERVA ALGUNA SIMILITUD ENTRE ESTAS DOS HISTORIAS?
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