La
sabiduría está en la aceptación serena de la realidad por más complicada que
parezca.
En lugar de renegar, alterarte o airarte,
decide asumir los hechos y
las personas así como son.
Ese es el sendero que siguen los sabios y por eso están en paz en medio
de la adversidad.
No se resignan pasivos, sino que aceptan con amor lo
inevitable y eligen
lo mejor que pueden.
La
aceptación crece con la adaptabilidad, la tolerancia, la paciencia y con una espiritualidad viva.
La ves en la persona que asume serena una enfermedad, un duelo o una crisis económica.
En muchos hospitales y clínicas hay maestros
de aceptación que nos enseñan a vivir con amor y sin peleas inútiles.
Señor por
esos seres de luz.
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