1.
Esferas de piedra de Costa Rica
Se trata de un conjunto de más de trescientas piedras
ubicado en el delta del Diquís y en la Isla del Caño, Costa Rica. Localmente,
se conocen como “Las Bolas”, y durante mucho tiempo, no se tuvo ni idea de cuál
era su procedencia o de cómo habían llegado allí. Finalmente, se atribuyeron a
la extinta cultura Diquís, y son las esculturas de piedra más conocidas de la
zona istmo-colombiana. Se cree que fueron colocadas en línea próximas a las
casas de los jefes, pero su significado exacta sigue siendo incierto. Son
perfectamente esféricas, y varían en tamaño, de unos pocos centímetros a más de
2 metros de diámetros, llegando a pesar 15 toneladas. La mayoría están
esculpidas a partir de gabro, el equivalente al basalto de grano grueso.
Algunas son de piedra caliza rica en cáscara, y otras de arenisca.
2.
Jeroglífico de Abydos
También conocido como “el jeroglífico del helicóptero”,
se trata de una obra egipcia tallada en el Templo de Seti I, en Abydos. Al
parecer, la imagen del “helicóptero” es el resultado de la reutilización de
piedras talladas con el tiempo. Inicialmente fue hecha durante el reinado de
Seti I y se traduce como “El que repulsa a los nueve (enemigos de Egipto)”. Fue
rellenada con yeso y re-tallada durante el reinado de Ramsés II con el título “El
que protege Egipto y derroca a los países extranjeros”. Con el tiempo, el yeso
se ha erosionado, dejando ambas inscripciones parcialmente visibles y creando
un efecto similar al palimpsesto de los jeroglíficos superpuestos. Muchas
hipótesis afirman que es un artefacto “fuera de lugar” que representa un
helicóptero, así como otros ejemplos de tecnologías modernas.
3.
La pagoda de Kyaiktiyo
Es un sitio muy conocido de peregrinación budista ubicado
en Mon State, Birmania; Una pequeña pagoda de 7.3 metros construida en la parte
superior de una roca de granito cubierta con hojas de oro pegado por sus
devotos varones. La leyenda dice que la roca está colocada precariamente en una
hebra de pelo de Buda, sin embargo, lo que sí es cierto es que parece desafiar
la gravedad, ya que parece estar continuamente a punto de rodar por la colina,
lo cual sorprende mucho a los científicos porque no parece estar sujeta de
ninguna manera a su base, y no entienden por qué no ha caído aún. Es el tercer
lugar de peregrinación budista más importante de Birmania, después de la pagoda
Shwedagon y Mahamuni.
4.
Figuras de Acámbaro
La colección de Acámbaro son unas 33.000 figurillas de
cerámica pequeñas que, supuestamente, un hombre llamada Waldemar Julsrud
encontró en julio de 1944 en la ciudad mexicana que le da nombre a la
colección, en Guanajuato. Se dice que algunas representan dinosaurios y a veces
se citan como anacronismos. Algunos expertos han aducido la existencia de esas
figuras como una evidencia creíble para la convivencia de los dinosaurios y
seres humanos, en un intento de poner en duda algunos métodos científicos de
datación y ofrecer potencialmente una interpretación literal de la narración de
la creación del Génesis. Sin embargo, no hay evidencias confiables para la validez
de estas figuras como artefactos antiguos verdaderos; Muchos han cuestionado
los motivos de aquellos que defienden su validez.
5.
Pirámide Blanca de China
Desde el final de la Segunda Guerra Mundial, ha habido
informes de la existencia de pirámides gigantes en China. Una de ellas es la
legendaria “Pirámide Blanca de Xian”, con una supuesta altura de 1.000 pies.
Cerca de la antigua capital, en la provincia de Shaanxi, hay docenas de tumbas
en forma de pirámide que se extiende por una llanura plana aislada. Mezclada
entre estas impresionantes tumbas, se encuentra la “Blanca de Xian” que, si las
historias son verdaderas, sobrepasaría incluso la Gran Pirámide de Giza, en
Egipto. Aunque algunos investigadores creen que se trata realmente de la
pirámide de Maoling, la tumba del emperador Wu de Han, otros están convencidos
de que se encuentra oculta por los alrededores, esperando a ser encontrada.
6.
Piedras Negras de Ica
Es una colección de piedras de andesita encontradas en la
provincia de Ica, Perú, las cuales portan una gran variedad de diagramas.
Algunas de ellas supuestamente representan a los dinosaurios, y lo que se
podría ser tecnología avanzada. Sin embargo, algunos historiadores las
consideran un simple engaño o curiosidades modernas. Desde la década de 1960,
Javier Cabrera Darquea recogió y popularizó las piedras, obteniendo muchos de
ellas de un agricultor llamado Basilio Uschuya. Tras afirmar que eran piedras
totalmente reales, admitió que las tallas que había vendido estuvieron hechas
de una pátina resultado de hornear las piedras con estiércol de vaca. No
obstante, hay muchos teóricos de la conspiración que afirman que el origen de
estas piedras sigue siendo desconocido. ¿Tú qué opinas?
7.
Llanura de las Jarras, Laos
Es un paisaje megalítico situado en Laos, compuesto de
miles de enormes frascos hechos de piedra esparcidos por los valles de las
tierras altas y las estribaciones inferiores de la llanura central, en la
meseta de Xiangkhoang; Las jarras se disponen, sobre todo, en grupos que van desde
uno, a cientos. La investigadora francesa Madeleine Colani concluyó en 1930 que
estos hitos estaban asociados con prácticas funerarias prehistóricas. Las
excavaciones realizadas por arqueólogos laosianos y japoneses en los años
intermedios han apoyado esta interpretación junto con el hallazgo de restos
humanos, objetos de entierro y cerámica alrededor de las mismas. La llanura de
las Jarras está fechada en la Edad de Hierro, y es uno de los sitios
prehistóricos más importantes del sudeste asiático. Sin embargo, otros expertos
apoyan la hipótesis de que se trata de algo más, puesto que el enorme peso de
las rocas podría dificultar enormemente su transporte, además de que están
hechas de un material que no se encuentra en dicha región.
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