El
efecto placebo siempre ha inquietado a los médicos y aún se sigue investigando
sobre el tema.
Un
estudio reciente muestra que el solo hecho de pensar en tomar un analgésico,
opera buenos cambios en los enfermos.
Aún no lo han ingerido, pero el poder de la mente lleva
a algunos a sentirse mejor y el dolor se atenúa.
La
sensación de tomar una medicina puede ser incluso más poderosa que el mismo
medicamento.
La
mente hace magia y también la realiza el vínculo emocional
con el médico que nos trata y la fama que tenga.
Si
usted no confía en su médico, o el galeno es distante y frío, la curación tarda
más o no se da.
La pregunta es cuántas facultades de medicina dan crédito a esto
y educan médicos con alma
y con corazón.
Hay
unos estupendos y otros que parecen robots, con un Ego que
los mantiene bien lejos de
Dios.
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