Los secuestrados liberados aseguran que
mantener viva la fe fue su fuente de energía en medio de la selva.
Y eso es lo que tú debes hacer en
los tiempos angustiosos: Confiar en que todo se puede recomponer.
Hay buenos augurios si te serenas, valoras lo que tienes, estás
con Dios y no tiras la toalla.
Las aguas crecidas siempre vuelven a
bajar y tú debes
visualizar a diario tiempos de calma y de luz.
Hay personas que hoy disfrutan todo, pero hace años les dieron este
frío diagnóstico: A Usted le quedan seis meses de vida.
Por eso
mejora tu estado de ánimo
y cree que las penas son pasajeras, son aprendizajes transitorios.
Cree en
la fuerza de la fe y en la energía del amor, cree en Dios y cree en ti porque puedes
resarcirte.
Las
horas inquietas del presente se
convertirán en tiempos radiantes si confías, amas y perseveras.
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