Cuando
te serenas y te alejas del ruido y las carreras puedes hacer la aventura
interior del mago y del alquimista.
No
puedes darle un buen giro a tu vida con una fe rutinaria, hierbas secretas,
conjuros o rituales mágicos.
En estos días santos aquiétate y sé un
observador agudo que es capaz de soltar amarras y eludir las trampas del Ego.
Elige
abrazar la aceptación serena de la realidad,
decreta lo mejor y admira
todo lo hermoso.
Jesús dijo muy claro "mi único mandamiento es
que se amen", ¿por qué entonces complicamos lo que es simple?
Los credos se cargan de normas y vetos cuando lo único que cuenta es el
amor.
Es simple, pero lo enredamos.
Como bien dijo alguien "se nos olvidó ser simples y
serenos, se nos olvidó ser inofensivos los unos para los otros".
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