La
mayoría de las veces, los defectos que vemos en los demás son nuestros propios
defectos.
¿Por
qué algunas personas suelen trasladar sus propios errores a otros, y no
aceptarlos como propios?
Algunas personas caen dentro de un mecanismo
de defensa llamado proyección, que les permite ver en otras personas sus
propios defectos o virtudes y tienden a sentirse amenazados por inseguridad o
baja autoestima.
El ser humano siempre ha replicado comportamientos
dentro de su círculo social y por esta razón algunas personas regidas por la
caracterización de su personalidad tienden a criticar en los demás lo que saben
y reconocen como sus propios defectos.
De lo que se trata es de darnos cuenta que es
una caracterización muy constante en nuestra sociedad actual, para justificar
los propios actos como un supuesto acto de venganza o de presunta igualdad,
cuando en realidad es la falta de reconocimiento y aceptación entre el propio
ser y los demás.
¿Por
qué puede una persona convencerse de los errores del otro cuando son los
propios? ¿Este comportamiento es consciente o inconsciente?
La primera crianza en la vida es la que se
produce en la familia; por eso cuando un niño comete un error debe ser
corregido por sus padres. Si es el caso se le debe castigar, pero no podemos
justificar los errores o fallas del niño en aspectos ajenos a él, puesto que
esto creará más adelante la posibilidad de que todo lo que él haga no sea su
culpa y que tiene derecho a fallar, pues los demás son los responsables.
Este comportamiento que a veces parece
inconsciente no lo es dentro de un cerebro sano, puesto que una de las
características del hombre es la de razonar y entender cuando falla y cuando
acierta, si sus esquemas sociales y humanos
están bien organizados en su mente y su pensamiento.
¿Le
ha pasado con un compañero de trabajo?
Esa persona no trabaja en equipo, no es
responsable, no delega, entrega tarde, y a la hora de hacer el balance, es
capaz de decir ante su jefe que las fallas que se dan en el grupo son
precisamente culpa de los otros. No es capaz de admitir que él al igual que sus
compañeros hacen parte de su dinámica de trabajo y que su descuido frena a los
demás.
En este tipo de casos, la mejor actitud a
tomar como compañero es la del respeto, y con ese mismo respeto decirle que
quien tiene el problema o comparte el problema con otros es él. “Si nos damos
cuenta el perfil de estas personas se caracteriza por su inseguridad y la falta
de confianza hacia los demás”, enfatizó el psicólogo social Freddy Cristancho.
¿Alguna
vez le ha pasado con su pareja?
“Es que solo vives celándome”, “es que no eres
capaz de sentarte un segundo a escucharme”, “es que solo te la pasas viendo en
mí eso que tú no haces por ti misma”.
Después de ser emitidas estas frases, usted se
detiene y se da cuenta que todo lo anterior es su pareja, alguien que vive
celándola, que poco escucha y que a cambio acude a los gritos, a los reclamos,
pero no a la reflexión. Tanto así que todo lo que él es, se lo traslada a
usted, como si fuera mérito propio.
Así que la pregunta a hacerse es: ¿cómo
decirle a su pareja que solo se está reflejando en usted y no está siendo
consecuente con lo que dice?
El psicólogo social Freddy Hernando Cristancho
explica que “cada pareja pasa por diferentes etapas dentro de su proceso de
enamoramiento y sostenimiento de la relación, y que lo
importante es darse el tiempo para
conocerse bien y poder comprender el porqué de los comportamientos del
uno y el otro. Ese conocimiento de la pareja sumado al conocimiento previo nos
ayudará a entender y comprender si hemos caído dentro un mecanismo de defensa,
al no ser capaces de corregir o aceptar nuestros propios errores”.
Hecho el análisis, el paso a seguir es no
discutir por quién tiene la razón y quién no.
“Realmente la mayoría de personas no aceptan
que es por sus propios defectos que actúan de esa manera y se requiere de mucha
confianza para poder entrar en el campo de la autoculpabilidad. Se necesita
hablar mucho, intentar por todos los medios no confrontar y menos revivir
momentos del pasado, en estos casos los momentos del pasado son navajas que
abren heridas, puesto que son ventanas abiertas a una realidad del presente”,
agregó Cristancho.
El método más eficaz, según el profesional, es
lograr una gran confianza para abordar acertadamente el diálogo constructivo y
eficaz donde la pareja tenga la oportunidad de enriquecer la relación y
fortalecer la falta de seguridad en los dos.
Cómo
no culpar al otro paso a paso...
¿Cuál
debe ser el proceso a elaborar para no caer en ese señalamiento de los propios
defectos en otros?
Estas son algunas reflexiones a llevar a cabo,
según explicó el profesional consultado, para que no termine señalando a los
demás de sus propios actos.
1 El primer y quizás único camino es aprender a reconocerse a sí
mismo. Muchas personas pasan su vida sin saber siquiera quiénes son, de
qué son capaces y qué sería de una vida donde ellos fueran los verdaderos
artistas y artífices de sus propia decisiones.
2
Del autoconocimiento debe pasar a la aceptación. Aprenda a
ver con otros ojos las situaciones de la vida, a saber que nadie tendrá siempre
la razón, pues cada persona vive en su propio mundo, un mundo donde no hay
personas perfectas pero sí personas y momentos que le alegran la vida.
3
Recuerde que la madurez no está relacionada con la edad de las personas. La
madurez radica en el momento en que aprende a entender el papel que tiene en su
vida, cuando es capaz de asumir las riendas de sus propios actos y cuando es capaz
de sembrar amor y cosechar un amor más grande en un mundo de sueños cumplidos.
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