Despierta tu ánimo y aviva el fuego de la
confianza como lo hacen todos los campeones y los triunfadores.
Creer y perseverar son
actos que separan al triunfador del perdedor y lo impulsan hacia cumbres
que el mediocre ve como imposibles.
A veces te sientes sin alientos, pero puedes reanimarte y lograr lo mejor con perseverancia y fe.
Aunque la adversidad te
sacuda, ora, confía y permanece sereno, entonces el mal se irá como se esfuman las nubes negras.
Imita a los enfermos que
se recuperan antes de lo previsto gracias a una firme confianza y una
entrega denodada.
Tu reto es cuidar tu fe,
aumentarla y encontrar razones para insistir mientras el pesimista sucumbe y
deja de luchar.
Vive unido a Dios, invoca
a tus ángeles, apela a lo mejor de ti porque la fe siempre te saca adelante.
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