Todo
el mundo duerme, salvo los amantes, que se quedan despiertos contando historias
a Dios.
En
el día de la muerte, los sentidos corporales se desvanecerán: ¿tienes la luz espiritual para acompañar a tu corazón?
Tú
eres una esencia divina.
¿Cuánto
tiempo seguirás contemplando tu sombra? ¡Contempla también tu luz!
No
te quedes satisfecho con historias, cómo le han ido las cosas a los demás.
Revela tu propio mito.
Repite:
sí, me amo y me olvido de
los miedos, vivo
donde temía vivir y soy amoroso.
Brillo
como si el universo entero
fuera mío.
Alimento mi corazón, ya que es el corazón el que subirá al
Cielo.
Permanezco con aquellos que le ayudan a mi ser.
Ayer
era inteligente, porque quería cambiar el mundo.
Hoy soy sabio, porque me quiero cambiar a mi mismo.
Despido
la preocupación.
¿Por
qué quedarme en prisión cuando
la puerta es tan amplia? Salgo de la maraña del miedo.
Hoy soy sabio, porque me quiero cambiar a mi mismo.
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