¿Recuerdas que es lo qué
has hecho bien en el pasado y qué puedes hacer para mejorar?
¿Piensa sobre la manera en que te has equivocado últimamente y qué puedes hacer para no volver
a cometer esos errores?
Tus decisiones no son perfectas, pero puedes mejorar si revisas que es lo que no te ha
funcionado bien.
El arrepentimiento es algo doloroso. En lugar de castigarte por tus errores,
elige corregir tus actos y
mejorarlos.
Encuentra nuevas formas
de pensar y hacer las cosas que te permitan vivir en paz y armonía. Aléjate de las
malas decisiones que te llevaron cometer esos errores.
Has aprendido mucho en
la vida y has pagado un precio muy alto por toda esa sabiduría. En el futuro, aprovecha muy bien todo lo que
has aprendido de tus errores. Pídele a Dios que te ayude a encontrar el
camino correcto.
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