Castigarte
a ti mismo por tus errores, no servirá de nada, no los borrará. Si estas
enojado y decepcionado contigo mismo por una oportunidad perdida, o un día
perdido, no lograrás nada positivo.
En cambio, si puedes comenzar por perdonarte a tí mismo,
y liberarte de los errores del pasado, podrás perdonarte a ti mismo, aprender
de tus errores, y dirigir tu
atención a lo que puedes hacer en este momento.
Elige
ser más decidido, más comprometido, y más centrado en lugar de estar enojado.
Transforma la energía de la decepción y pasa a la acción para alcanzar tus
metas.
Cualquier cosa que haya ocurrido o dejado de ocurrir en
el pasado, estas a tiempo de corregirla. Y tu puedes comenzar a trabajar en
ello en este mismo momento.
No
tienes que permitir que una experiencia decepcionante se convierta en un
impulso negativo. Tu tienes el poder de elegir el camino positivo, el
camino de Dios, y solo debes tomar la decisión de hacerlo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Por favor, escriba aquí sus comentarios