Si
está pasando por problemas personales o laborales estas recomendaciones le
pueden ayudar.
Luz Stella: He tenido muchos fracasos en el amor. Además, tengo sobrepeso, no tengo
amigos y mi trabajo no me gusta. Cada día me siento más perdida y resentida.
¿Qué consejo me puedes dar?
Siento mucho que te estés sintiendo así. Tal vez es bueno
que descartes cualquier tema médico que te pueda estar causando los síntomas.
Solicítale a tu médico un examen de sangre, incluyendo una revisión de la
tiroides.
Muchas personas hemos sufrido estos mismos síntomas sin saber que es un tema físico y no necesariamente emocional.
Sin embargo, independiente de que sea un tema médico o no, creo que llega un
momento cuando es impajaritable reconocer y aceptar la responsabilidad por la
vida.
No
es válido culpar a la sociedad, a los papás, a los hermanos ni a los jefes.
Debemos ser conscientes de que somos los
creadores de nuestras situaciones y asumir los resultados.
Pienso que la única manera de cambiar tu
vida es tomando las riendas y saber que tú estás en control de ella.
Si tienes sobrepeso, pregúntate qué puedes hacer. ¿Debo cambiar mis hábitos
alimentarios? ¿Debería empezar a hacer ejercicio regularmente?
En el tema del amor, ¿has estado buscando pareja por no
estar sola o porque quieres estar en una relación sana? ¿Te quieres lo
suficiente como para no permitir maltratos? ¿Has permitido que estas personas
entren a tu vida por miedo a no ser amada o porque de verdad son seres buenos
que te van a aportar algo?
Tú tienes el poder de decidir a
quien amas y a quien no. Si tu trabajo no te gusta, ¿es porque vas sin ganas o
realmente es terrible? Si no te gusta, puedes quejarte y no hacer nada o
decidir cambiar.
Pero te recomiendo que antes de buscar otro, te preguntes si estás poniendo todo de tu parte para que sea más
agradable. ¿Eres querida con tus compañeros? ¿Das lo mejor de ti?
Responde las preguntas y úsalas como punto de partida. Si uno empieza a tomar decisiones a conciencia y asumir las actitudes
correctas, los resultados van cambiando, no por el destino sino porque con
disciplina y convicción hacemos que suceda. No hay espacio para ser ‘víctimas’
de la vida, sólo protagonistas.
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