No es raro escuchar a las personas que
se han despertado sintiéndose enfermas, deshidratadas y con un terrible dolor
de cabeza culpar de sus resacas el haber mezclado imprudentemente sus bebidas. Y la tradición
popular los respalda, aconsejando
no beber vino y cerveza en una misma noche.
Hay
hasta teorías sobre el orden en que se deben consumir las diferentes bebidas
alcohólicas. Una versión
sugiere: "El vino antes de la cerveza y te sentirás raro. La cerveza antes
del vino y te sentirás bien". ¿O es al revés? Después de un par de
tragos, recordar no siempre es fácil. Lo cual nos lleva a plantear la pregunta
de qué tan confiables son estas palabras.
¿Hay
alguna evidencia más allá de lo anecdótico de que beber vino seguido por
cerveza o viceversa empeora las resacas?
Una
revisión de la investigación anterior confirma que las causas de los principales síntomas de la
resaca son la deshidratación, los cambios en los niveles de hormonas como la
aldosterona y el cortisol y los efectos tóxicos producidos por el alcohol.
Además,
hay pruebas de que el
sistema inmunológico se altera y que esto podría ser la causa del dolor de cabeza,
las náuseas y la fatiga.
Muchos
bebedores dicen que nunca
les da resaca, pero no está claro por qué.
El
primero de los dos ingredientes principales de una bebida que afectan la
severidad de una resaca es evidente: cuanto más alto es el contenido de alcohol, y cuanto más rápido se
bebe, peor es la resaca.
Sin
embargo, esto es sólo un promedio. La misma cantidad de alcohol no siempre da como resultado la misma
gravedad de resaca.
Muchos
dicen que no sienten resaca y nadie sabe muy bien por qué. En un estudio
realizado a un grupo de jóvenes daneses que estaban de vacaciones, casi un
tercio de los que consumieron por lo menos 12 unidades de alcohol
(aproximadamente el equivalente a cuatro pintas de cerveza o cuatro vasos de
vino de 250 ml) se libraron de la resaca.
La mezcla de bebidas no aumenta
necesariamente la cantidad total de alcohol consumido, pero es posible que eso
sí sea el caso cuando se trata de cócteles.
Al combinar tres o cuatro medidas de
bebidas alcohólicas con otros ingredientes, el dolor de cabeza y la garganta
seca probablemente sí será el resultado de consumir una cantidad total de
alcohol más alta.
¿Todo
depende del color?
Más
allá del etanol que provoca la intoxicación, los otros ingredientes claves que
afectan a las resacas son los que la industria de bebidas llaman congéneres.
Se
trata de otras sustancias que se producen durante la fermentación, tales como
acetona, acetaldehído, aceite de fusel y, los más conocidos, los taninos, que
le dan a las bebidas más oscuras su color y parte de su sabor. El whisky
bourbon, por ejemplo, contiene 37 veces más congéneres que el vodka.
El whisky contiene altos niveles de
"congéneres", que pueden producir peores resacas que las bebidas más
claras.
Para
observar el efecto de estas sustancias, unos investigadores en Estados Unidos
reclutaron estudiantes universitarios que bebían con regularidad, pero que no
eran alcohólicos. Algunas noches les dieron bourbon con refrescos de cola,
otras vodka y refrescos de cola y otras, un placebo que consistía en refresco
de cola mezclado con un agua tónica, con unas gotas de bourbon o vodka para
hacer que el sabor fuera similar al real.
Bebieron
entre tres y seis bebidas, la
cantidad suficiente para darles una concentración de 0,11 g de alcohol por cada
100 ml de aire aspirado. Esto los colocaba de dos a cinco niveles por encima del
límite permitido para manejar, dependiendo del país en el que
estuvieran.
Luego
pasaron la noche en la clínica y se les despertó a las 7:00 a.m. para desayunar
antes de participar en una serie de pruebas. Por ello se les pagó una generosa
suma de US$450.
Los investigadores encontraron que los
estudiantes que habían bebido bourbon calificaron sus resacas como las peores, sin embargo, resultó
interesante ver que se desempeñaron igual de bien en actividades como las
pruebas de tiempo de reacción.
Las bebidas claras como el ron blanco,
vodka y ginebra tienden a causar pocas y menos resacas graves debido a que
contienen niveles relativamente bajos de congéneres.
Tal
vez los que mezclan sus bebidas son más propensos a elegir bebidas de color
oscuro que contiene niveles más altos de estas sustancias, simplemente en
virtud de que hay más variedades de éstas, pero entonces no sería la mezcla en
sí misma lo que causa el problema.
Quizás
todo dependa de cuándo se pierde el juicio.
Ningún científico parece haber hecho un
estudio en el que la gente se le asigne al azar beber cerveza seguida por vino
o vino seguido por cerveza. Pero tal vez no es el tipo de bebida lo que importa, sino
el efecto que el poder tienen sobre el juicio.
El vino es tres veces y media más
fuerte que la cerveza,
de manera que si se empieza tomando esta última, así se pase luego a algo más
fuerte, probablemente resulta en una menor intoxicación.
Pero si una persona comienza tomando
vino o licores, su juicio se deteriorará más pronto y beberá aún más.
Ciertamente
hay evidencia de que las personas no son buenas para juzgar su propia
embriaguez. A niveles bajos la gente sobrestima la cantidad de alcohol en la
sangre, pero después de un par de copas comienzan a subestimarlo.
Por lo tanto, la evidencia existente
sugiere que no se le puede atribuir la resaca a la mezcla de bebidas.
Probablemente se deba a la alta cantidad de congéneres de los tragos o a beber
excesivamente.
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