Estas son algunas claves infalibles para detectar y
superar la tusa: Noches
enteras sin dormir, un vacío interior que no se llena con nada, el llanto
repentino e incontrolable en los momentos menos esperados, recuerdos de cenas,
paseos y viajes juntos...
Enamorarse es probablemente uno de los sentimientos más
intensos y reconfortantes que podemos experimentar. Contar las horas para encontrarse con el ser
amado, vivir cada canción de amor como propia, proyectarse a un futuro en
pareja lleno de sueños, viajes y triunfos son sensaciones que nos hacen volar y
sentirnos plenamente felices. Sin embargo, en algunos casos a este
estado de nirvana perfecto le sigue una despedida, una ruptura que duele profundamente y que no es fácil
de superar.
“Normalmente el corazón y la autoestima quedan
tremendamente dañados después de una ruptura”. La especialista aconseja a
quienes afrontan un duelo amoroso mirar hacia el futuro de manera positiva y quitarse los miedos creyendo
en sí mismas. Pero, ¿cómo lograrlo? Lo primero es conocer las etapas del
duelo para ser conscientes de su evolución y sanación.
Las
etapas del duelo
Shock
inicial. Una etapa de incredulidad en la que la realidad y la fantasía
se combinan. Es necesario darnos tiempo para asumir ese momento que puede durar
desde horas hasta días.
Negación.
Intentamos ocultar lo que nos pasa para no asumirlo e inventamos falsas
expectativas para suavizar el dolor. En ocasiones no comentamos lo que nos
pasa. Pero todo esto no es más que un lapso donde buscamos soluciones para
regresar con la pareja.
Afectación
física. La pérdida de peso, la falta de motivación, el pensamiento
rumiante (nos obsesionamos con lo que está pasando), los trastornos de sueño,
el llanto incontrolable, la sensación de vacío y la tristeza son
característicos en esta etapa.
Superación.
La última instancia, que se subdivide en:
a) Canalización de la ira y la tristeza (tomamos
conciencia de la ruptura y de las expectativas de la pareja y en muchas
ocasiones se presenta un momento depresivo).
b) Sobreadaptación (se encuentra cierta paz interna y ya
no se tiene la necesidad de hablar y pensar continuamente en la ruptura. Aunque
no quiere decir que estemos felices).
c) Aceptación y resolución (logramos planificar nuevamente
nuestra vida y retomar lo que habíamos abandonado durante el tiempo en pareja,
para salir adelante).
Lo
que nunca debes hacer
Cuando vivimos estos estados emocionales es fácil
dejarnos llevar y cometer errores que solo hacen más difícil salir del duelo.
Ten en cuenta lo que no debes hacer nunca en una tusa:
Autoengañarse.
Creer que la persona que ha dejado de sentir amor volverá a sentirlo, solo
prolonga la agonía.
Mantener
una amistad. Entablar una amistad esperando recuperar el amor es alargar
la tortura psicológica.
Tener
sexo. Es uno de los errores que más se comenten, porque tenemos el
objetivo de recuperar a la expareja sin darnos cuenta de que el amor ya
desapareció. El corazón no está directamente relacionado con el sexo y tan pronto
como se disipe la sensación volverás a estar de sobra en su vida.
Intentar
darle celos. Otra técnica habitual, pero si alguna vez la persona vuelve
por este motivo, no es el amor el que le trae de regreso, sino la rabieta, por
lo que igual, como viene, se irá.
Permanecer
en espera porque diga que necesita un tiempo. En este caso deberás
decidir tú.
Tips
para superar el desamor
“Reparar el corazón luego de una ruptura requiere que
establezcas vínculos seguros, que hagas una autoevaluación de tus fallas y que
aceptes el futuro valiéndote de lo aprendido en el dolor”
1 Es fundamental que haya un proceso de aprendizaje y
para lograrlo debes empezar preguntándote: ¿Cómo contribuí para que esto pasara? La respuesta
te ayudará a salir de un ciclo negativo, a dejar de buscar culpables y a vivir
mejor porque aunque la relación terminó tú sigues viviendo.
2 En algunos casos, en relaciones que duraron un tiempo
considerable, es necesario recurrir
a un proceso terapéutico para sanar emocionalmente y para que toda la
experiencia se vuelva a tu favor y no en tu contra.
3 Recuerda que al terminar una relación rompes un vínculo
y que es necesario
establecer y fortalecer otros. La familia y los amigos más cercanos son
fundamentales como soporte, pero no para victimizarte y para generarte
sentimientos de odio. Date la libertad de expresarles tus sentimientos y de
sanar tus heridas.
4 Es necesario romper las costumbres preestablecidas en pareja. Empieza por
trasformar tus espacios físicos y a ti misma. Estos cambios te dan la
posibilidad de ver el mundo desde otra óptica.
5 Encara
el dolor, sin victimizarte. Pero, ojo, no se puede confundir esto con
quedarse en la tristeza. Las lágrimas son excelentes sanadoras si se viven
dentro de la madurez y con actitud constructiva.
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