Tu cuerpo te habla y si no lo escuchas,
entonces termina gritándote con una enfermedad.
Cuando
tu cuerpo se enferma en realidad es tu alma la que está diciéndote: Ámate y
ama.
En otras palabras te dice: perdónate o
perdona, cierra un ciclo, no aplaces una decisión o suelta apegos.
Por eso
la enfermedad es una amiga que te impulsa a hacer ya lo que hace rato no
quieres hacer.
De
hecho, los doctores Carl Simonton y Sthepannie Matthews hallaron un vínculo entre el cáncer y lo
emocional en 1974.
En
especial encontraron en los enfermos mala autoimagen, odios, culpas y el papel
de víctima.
Si esto
te atrae te recomiendo un libro que da pistas diáfanas: Obedece a tu cuerpo, de
Lise Bourbeau.
Allí ves claro a cuál emoción venenosa
corresponde cada enfermedad o dolencia. Tu exterior es solo un espejo de tu
interior.
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