En 1595
se fue al cielo el santo italiano Felipe Neri que es el patrono de los humoristas.
Felipe se la pasaba de buen talante,
irradiaba buen humor e invitaba a otros a mirar el lado amable de la vida.
Es
bueno recordarlo porque el
humor trae una oleada de frescura y vida al amor, al trabajo y las relaciones.
De esto
son bien conscientes los japoneses y al parecer nunca hacen negocios con el que tiene un humor agrio.
Humor es abrir las puertas a la alegría, ser descomplicado y ver luz
donde otros solo ven sombras.
Humor es valorarlo todo, no engancharte
cuando alguien te ofende y ponerle gracia a la vida.
Lo
sorprendente es que hay
personas de buen humor en una cárcel, un hospital o un barrio marginado.
Eligen reír en lugar de llorar y nos recuerdan que todo en la
vida es actitud.
Tú creas tu destino.
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