Introducción:
La teoría de la economía de las
caricias del psicoterapeuta Claude Steiner sostiene que el ser humano necesita
una cierta cantidad de signos afectivos para crecer, desarrollarse y vivir. La ausencia de caricias puede causar retrasos en el
desarrollo del neonato e incluso llevar a la muerte, a pesar de garantizar una
alimentación e higiene adecuadas. Según Steiner, las caricias son imprescindibles para sobrevivir
y carecer de ellas puede llevar
a caer en relaciones dañinas en busca de afecto. El texto sugiere que los padres deben prestar más
atención a las caricias y el contacto físico con sus hijos para asegurar
su desarrollo saludable.
LA
ECONOMÍA DE LAS CARICIAS
El
psicoterapeuta Claude Steiner, desarrolló una teoría denominada La economía de
las caricias, donde pone de manifiesto, los efectos que produce en el ser
humano, crecer, desarrollarse y vivir, dependiendo de la abundancia o escasez
de signos afectivos.
La vida es un intercambio de estímulos. Nuestra manera de interpretar el
mundo y dar sentido a la vida, se moldea no solo a base de conceptos
económicos, laborales y sociales. Miradas, gestos, gritos, silencios, caricias,
palabras, conforman nuestra vida. Tal vez la sensación de vivir en un vacío
emocional, intelectual y sensorial, es terriblemente más insoportable que el
dolor.
Somos frágiles desde nuestro
nacimiento, pero no sólo aire, agua y pan pueden ampararnos para vivir
satisfactoriamente.
Las caricias y el desarrollo infantil
Hoy,
investigaciones científicas evidencian
que la ausencia de caricias en el más amplio de los sentidos, provoca retraso
en el desarrollo del neonato, incluso llevarle a la muerte a pesar de
garantizarle una alimentación e higiene correctas para su supervivencia.
Esta
afirmación tan potente y tan grave debería de hacer que nuestra manera de
transmitirle afecto a los niños cambie de manera radical. Porque muchos
progenitores, debido al trabajo y sus múltiples responsabilidades, dejan de lado el poder que las
caricias tienen para el desarrollo saludable de sus hijos.
La
necesidad de estímulos es tan influyente en la armonía del desarrollo humano. que cuando no recibimos una
cantidad mínima para sobrevivir, el cuerpo entra en una dinámica de enfermedad
y muerte.
Sabemos
que una buena parte de las enfermedades psicológicas de Occidente, tienen como causa principal la ausencia
de amor: depresión, neurosis, ansiedad son generados de alguna forma por
esta carencia Steiner aseguraba que las caricias eran imprescindibles para
sobrevivir.
El peligro de carecer de las caricias
Si carecemos de las caricias, del
contacto físico, un mecanismo interno estaría dispuesto a conseguirlas a
cualquier precio concluye este especialista, incluso aceptar caricias
negativas, ante la
idea de no recibir ninguna. ¿Qué significa esto? Que somos un blanco fácil para
terminar cayendo en relaciones dañinas, en las que soportaremos hasta lo
inimaginable por recibir una mínima dosis de afecto.
Faulkner
ya escribió: preferimos el
dolor a la nada, la bofetada a la ignorancia, la pena al vacío, el desprecio a
la indiferencia, el grito a la apatía. No debiéramos olvidar, que
nacemos hombres y mujeres pero nos convertimos en humanos gracias a la
caricias, a la ternura, a la compasión, al afecto.
Por lo
tanto, ¿qué podemos hacer para solucionar esto? ¿Cómo transmitirle afecto a los niños de una manera
saludable y que sea positiva para ellos? Aquí dejaremos algunos consejos
que sería interesante que pusiéramos en práctica lo antes posible:
• Brindar tiempo de calidad: ¿lees con tus hijos?
¿Cuándo estás con ellos, estás con ellos o te distraes con el móvil y estás
pensando en tus cosas? Juega
con los niños, disfruta con ellos… Muchas personas no quieren entrar en
esos “juegos infantiles” porque no tienen tiempo para “esas cosas”. Saca al niño que llevas dentro.
Tú lo agradecerás y tus hijos, también.
• Puedes dar afecto de muchas maneras: brindar tiempo de calidad es una
manera de dar afecto, pero también lo es mencionar lo bien que se ha
atado los zapatos, ese seis que ha sacado en matemáticas o lo mucho que se está
esforzando en su actividad extraescolar. Mencionar lo bueno, decirlo con palabras, es necesario.
• No grites, comunícate: de nada sirve gritarle a un
niño, esto solo les infundirá temor y miedo. Es mucho mejor pararse para hablar
sobre algo que ha hecho y que no está bien. Hacérselo ver, preocuparnos porque
lo comprenda, darle un
abrazo y hacerle saber que estaremos a su lado para enseñarle esas cosas que
aún no sabe y que, por eso, a veces no hace de la manera en la que se
tendrían que hacer.
Para un niño no hay mejor muestra de
afecto que saber que puede contar contigo.
¿Cómo
ha sido tu infancia? ¿Has
recibido caricias o tus padres no te mostraban afecto alguno? En
ocasiones, si hemos vivido en estas circunstancias podemos repetir lo mismo o pasarnos al otro
extremo, dar demasiado afecto a los niños sobreprotegiéndolos y
haciéndolos dependientes de nosotros. En el equilibrio está la clave. Pero,
sobre todo, en el hecho de
demostrarles nuestro amor, no en suponer que ya saben que los queremos mucho…
MEJORES
FRASES SOBRE LA ECONOMÍA DE LAS CARICIAS:
"Miradas, gestos, gritos,
silencios, caricias, palabras, conforman nuestra vida."
"
Según esta teoría deberíamos
cambiar de manera radical la manera de transmitirle
afecto a los niños."
"Sabemos que una buena parte de
las enfermedades psicológicas de Occidente, tienen como causa principal la
ausencia de amor: depresión, neurosis, ansiedad son generados de alguna
forma por esta carencia."
"El peligro de carecer de las
caricias, del contacto físico, un mecanismo interno estaría dispuesto a conseguirlas
a cualquier precio"
"Nacemos hombres y mujeres pero
nos convertimos en humanos gracias a la caricias, a la ternura, a la compasión, al
afecto."
“Para un niño no hay mejor muestra de
afecto que saber que puede contar contigo.”
Debemos demostrarles amor a nuestros hijos
y no suponer que ellos ya saben que los queremos mucho.
"
Es posible transformar el
mundo educando en amor y en nuevos valores."
"El hambre de estímulos afectivos
influye en la supervivencia del ser humano tanto como el hambre de
alimentos. La falta de
amor hace enfermar. A cualquier edad."
"
Nacemos mamíferos, pero
evolucionamos a humanos gracias a los sentimientos."
"Por
otra parte, la carencia de afecto puede provocar en el bebé y en el niño todo
lo contrario: el retraso
en el desarrollo psicológico y la degeneración física."
"El beso y la caricia se revelan
como nutrientes alimenticios, tan importantes como el pan o el
agua."
"La teoría de la Economía de las Caricias enfatiza la importancia de los estímulos afectivos en la supervivencia humana y la necesidad de educar en el amor y en nuevos valores para transformar el mundo."
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