Hablar mal del ego y
culparlo está de moda hace tiempos, pero es un error porque hay tres clases de
ego.
1. Existe el ego amoroso
que es tu mismo yo en vibración de amor y te lleva a lograr lo mejor e
irradiar luz.
A este ego necesitas cuidarlo, darle alas y buscar
que siempre esté en sintonía con Dios para ser una buena persona.
2. Existe el ego orgulloso
y egoísta que con razón es al que se atribuyen males como pensar solo en
él, juzgar, despreciar, dominar y maltratar.
A ese ego dale humildad para que valore a los demás
y los trate con bondad, respeto, compasión y comprensión.
3. También hay un ego
defectuoso porque no te amas, solo miras tus fallas y no reconoces tu
grandeza.
A este ego dale seguridad
y autoamor.
Elige valorarte y no andes por la vida como una
pobre víctima rico en quejas y culpas.
En latín ego es el yo y en sí mismo es bueno si amas y te amas.
No hables mal del ego porque sin él no eres nada.
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