La
llaga del amor, quien la sana, la crea
Admira
a quien lo intenta, aunque fracase
Un solo bien puede haber en el mal: la vergüenza de
haberlo hecho
Para
ser feliz hay que vivir en guerra con las propias pasiones y en paz con las de
los demás
Merece salir engañado el que, al hacer un beneficio, tenía en cuenta la recompensa
Jamás se descubriría nada, si nos consideraremos satisfechos con las cosas
descubiertas
Necesitamos
la vida entera para aprender a vivir, y también, cosa sorprendente, para
aprender a morir.
La tristeza, aunque esté siempre justificada, muchas veces sólo es pereza.
Nada necesita menos esfuerzo que estar triste
El que no quiere vivir sino entre justos, que viva en el
desierto
La
naturaleza nos ha dado las semillas del conocimiento, no el conocimiento
mismo
No
hay cosa más fuerte que el verdadero amor
El primer arte que deben aprender los que aspiran al
poder es el de ser capaces
de soportar el odio
El hombre más poderoso es el que es dueño de sí mismo
No existe ningún genio sin un toque de demencia
Peores son los odios ocultos que los descubiertos
Prefiero
molestar con la verdad que complacer con adulaciones
El que siempre busca grandezas, alguna vez la encuentra
No es necesaria la fortuna para sólo subsistir
Una
buena conciencia no teme a ningún testigo
Escucha aún a los pequeños, porque nada es despreciable en ellos
Incontenida, la cólera es frecuentemente más dañina que la injuria que la
provoca
La esclavitud más denigrante es la de ser esclavo de uno mismo
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