Primera.
Convierte la energía en materia, es la de los átomos con un nivel de
conciencia elemental, de los minerales y el agua.
Segunda.
De animales y plantas.
Impulsa la identidad biológica.
Incluye el inconsciente colectivo de las
especies.
Tercera.
Del ser humano.
Se basa en la polaridad, la identidad individual y la perdida del
sentido grupal.
Te
haces consciente de ti mismo, desarrollas el ego y crees que estás separado del
todo.
Cuarta.
Es más espiritual y en ella se
da la conciencia de unidad sin perder la individualidad.
Se
vive en la frecuencia del amor y en ella se trasciende a un espacio
de serenidad y bondad.
Te
das cuenta de tu responsabilidad y eres consciente de que tus acciones afectan
el todo.
Hoy se vive un despertar a la conciencia de esta
dimensión.
De ahí la necesidad de estar en
grupos, revisar relaciones y sanación.
Por eso caen estructuras físicas,
económicas y políticas que
ya no van con la nueva vibración.
Quinta.
De la sabiduría y la pura
energía, de los Maestros Ascendidos y los Espíritus Guías.
Allí te fundes con el grupo de almas al
cual perteneces por vibración y al Ser superior.
Despiertas tu sabiduría interna con una
conciencia grupal que forma un solo Ser.
Es energética, no física.
El tiempo es un ahora eterno.
Sexta.
Frecuencia Crística o Búdica.
Se toma responsabilidad por el todo y se es el Todo con una
conciencia compasiva e iluminación.
Es el regreso a casa, al Ser Único.
Acá el Todo se experimenta como Uno, es el
lugar de la conciencia ilimitada y unificada.
Esta
frecuencia se manifiesta como individual y colectiva simultáneamente.
Séptima.
De la integración total.
La conciencia se experimenta de
modo multidimensional.
Allí están los seres que son puro amor.
Es la dimensión energética de los arcángeles y las conciencias de luz pur
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