No
use tacones por más de cuatro horas seguidas, sobre todo si sobrepasen los
siete centímetros.
Utilizar zapatos altos por periodos largos afecta la
mecánica muscular del cuerpo.
Si son muy altos, delgados y puntiagudos, los tacones,
esos zapatos que nos brindan un toque de elegancia y esbeltez, pueden convertirse en una
pesadilla, si se usan con frecuencia porque
cambian la
biomecánica del cuerpo, pues obligan a las articulaciones a esforzarse más para
mantener el ritmo constante al caminar.
Cualquier cambio en el centro de gravedad del cuerpo,
como en este caso, exige compensaciones musculares que a largo plazo pueden producir deformidades en los
pies, dolores en tobillos, cadera, rodillas y columna e incluso incrementar o
acelerar procesos degenerativos en las articulaciones.
Una
mujer en tacones se inclina más hacia adelante. Crea una malformación que
repercute en la columna vertebral y cambia la forma de caminar, pues nos hace
abrir más las piernas para tener una superficie estable.
La organización de los músculos y las estructuras de
soporte del cuerpo se relaciona desde la cabeza hasta los pies. En ese orden de
ideas, el uso de tacones impacta no solo en las estructuras musculares sino
también en las vértebras, en las articulaciones de miembros inferiores y en los
ligamentos y tendones, lo que puede generar dolor y alteraciones posturales.
Usar
tacones requiere entrenamiento y adaptación.
Aunque omitir el uso de tacones es prácticamente
imposible, se aconseja utilizar zapatos con tacones gruesos que no excedan los
cuatro centímetros. Y cuando la ocasión lo amerite, unos más altos pero,
idealmente, apoyados en plataformas de tres a cuatro centímetros, para que el
cuerpo crea que la altura es mucho menor.
Tampoco
es recomendable usar zapatos demasiado planos, como las baletas, porque
generan un choque más fuerte contra el piso, dado que nuestro pie no es
completamente plano.
Para lograr un mayor soporte sobre el suelo conviene
elegirlo con punta redonda o cuadrada, pues la idea es que permita la movilidad
de los dedos y no promueva el desarrollo de deformidades, como los juanetes.
En últimas, hay que optar por el zapato que más se asemeje y acomode a la forma del
pie, sea cuadrado o redondo, y que tenga una altura de uno a dos centímetros. Y
lo más importante: que se sienta cómodo.
Consejos útiles
No
use tacones por más de cuatro horas seguidas, sobre todo si sobrepasen
los siete centímetros y tienen puntas muy angostas. Si debe hacerlo, haga
estiramientos antes y después de ponérselos.
Evite caminar largos trechos con zapatos altos.
En el trabajo haga pausas cada una o dos horas: quítese los zapatos y camine
con los pies descalzos sobre un piso frío durante 15 a 20 segundos.
En la casa, suba los pies a una altura por encima de la
cabeza. Métalos en agua caliente y luego masajéelos con crema.
Suspenda
el uso de tacones si presenta dolor en el antepié, la espalda o limitaciones en
el movimiento.
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