Es una paradoja que los seres humanos
botemos los desechos orgánicos y guardemos la basura emocional.
Tú, tan pronto como puedes sacas
afuera la basura, pero
acaso convives por años con emociones tóxicas.
Ten por
un día la basura fétida en tu cuarto, hazlo y caerás en la cuenta de tu insensatez.
Es
absurdo y nefasto incubar
en el alma odio, culpa, rabia, rencor o miedo; puro veneno.
Son emociones que enferman y que se
borran o se van con
un perdón generoso y sincero.
Solo necesitamos estar de verdad con
Dios, contar con su
poder y elegir estar en
paz y armonía con el ayer.
Solo
precisamos mirar con ojos de amor y aceptar que los que nos ofenden están en la inconsciencia.
Debemos hacerlo para estar en paz y
armonía y no
acumular basura emocional dañina para la mente, el alma y el cuerpo.
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