Se
va acercando el momento del año en el que medio mundo se plantea hacer cambios,
aunque de ese medio mundo sólo un pequeño porcentaje lo logre
Los demás, a poner el objetivo de nuevo en la lista para el año siguiente
¿Por
qué no haces lo que dices que quieres hacer? ¿Por qué te propones algo y no lo
llevas a cabo? Lo primero que se te puede venir a la mente es: “porque no tengo voluntad, soy
una vaga” o “porque
no me motiva mucho”, “porque
no lo intento lo suficiente”, etc.
Es cierto que la voluntad y la motivación son importantes
para ponerte en marcha y conseguir tus objetivos, pero también es cierto que son poco fiables, no puedes
estar motivada todos los días de tu vida a todas horas
Hay momentos de bajón y entonces es cuando bajas la
guardia y abandonas
Por eso, aunque es importante tenerlos en cuenta, hace falta un factor
imprescindible: tener buenos hábitos
¿Por qué? Porque son acciones que haces automáticamente,
aunque estés desmotivada, cansada o estresada
Si, automáticamente, en cuanto te levantas haces la cama,
ya ni lo piensas, lo haces y punto
si te lavas los dientes después de cada comida y siempre
vas al trabajo por el mismo camino, no te supone esfuerzo ni necesitas voluntad
o motivación, estás acostumbrada, es automático
Pues eso es en lo que en realidad hay que trabajar, en
hacer de lo que quieres un hábito.
Pero
claro, eso no es fácil en absoluto
En
primer lugar porque decidir que quieres hacer algo no es suficiente, a tu parte
racional le puede parecer lógico y factible, pero tu parte irracional no está
por la labor
Llevas años sentado cómodamente en el sofá y ahora porque
de repente lo has decidido ¿vas a correr una maratón? No es tan fácil
¿Por
qué? Porque la parte racional que toma la decisión no es la que controla tus
hábitos, y por tanto, la cosa se complica
Por
eso no eres capaz de conseguir algunos de tus objetivos, porque por
mucho que racionalmente quieras hacer más ejercicio, dormir más o lo que sea, tus hábitos actuales son más
fuertes
Y, aunque a corto o mediano plazo puedes “obligarte” a hacer cambios, a largo
plazo es más difícil
En consecuencia abandonas lo que te has propuesto.
Esta
es una de las razones por las que proponerte objetivos SMART (realistas, específicos,
medibles, importantes y con un rango de tiempo) ayuda mucho
Sin embargo, a veces hasta esta estrategia no es suficiente y te encuentras
con tus objetivos bien planteados y sin hacer avances, incluso aunque empezaras
motivada
¿Te
ha pasado alguna vez? Probablemente sí, son esos objetivos que a todos se nos
resisten, pero ¿por qué?
Algunos
objetivos se nos resisten porque, en realidad, requieren más de lo que parece
Más tiempo, más energía, más pasos
Por ejemplo, a lo mejor te has planteado hacer más
ejercicio a partir de ahora
Tres
días a la semana harás 30 minutos de ejercicio, no es excesivo, sabes que para
ti es realista y de verdad quieres ponerte en forma ya
Sólo que no lo haces y empiezas a sentirte mal porque
tendrías que esforzarte más, etc
Pero
en realidad no es que tengas que esforzarte más o que seas una vaga, sino que
no lo haces porque no es tan fácil, no es hacer 30 minutos de ejercicio y ya
está
Es ponerte ropa de deporte y ducharte cuando acabes, ir
al gimnasio o buscar un vídeo de ejercicios y decidir que días, etc
Hay muchos pasos y acciones implícitos que no te habías
parado a considerar y que son los responsables de que sigas sin hacer nada.
Piénsalo,
¿cuantas de las cosas que has pospuesto en realidad requerían más acciones de
las que habías tenido en cuenta? La solución entonces es hacerte las cosas más
fáciles, que requieran menos tiempo o esfuerzo
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Por favor, escriba aquí sus comentarios