Beneficios de consumir las semillas.
1.-
Protegen el riñón. En caso de problemas de insuficiencia renal, algunos
estudios han encontrado que pueden proteger los riñones contra afecciones
posteriores. En este caso, se recomienda masticar 7 semillas de papaya, 3 veces
al día.
2.-
Mejoran la salud intestinal. Debido a su alto contenido de enzimas
proteolíticas, las cuales pueden acabar con los parásitos y sus huevecillos,
son un excelente antiparasitario intestinal. También contienen un alcaloide
antihelmíntico único llamado carpaine, eficaz para exterminar las amebas. Para
su consumo, se secan las semillas y se muelen: una cucharita de este polvo se
pone a hervir en agua. Se le puede agregar una cucharadita de miel. Repetir 2 o
3 veces al día.
3.-
Favorecen el hígado. En casos de cirrosis hepática, pueden funcionar
como un tratamiento alternativo. Deben molerse 5 semillas de papaya y a la
mezcla se le añade una cucharada de limón. Debe consumirse 2 veces al día, por
un periodo de un mes.
4.-
Cuidan el sistema digestivo. Tienen propiedades antibacterianas y antiinflamatorias.
Estudios demuestran que el extracto de las semillas mata la salmonella, los
estafilococos y otras infecciones. Para estos casos, se recomienda masticar muy
bien 7 semillas, 3 veces al día.
5.-
Queman grasa. Tienen la cualidad de impedir que el organismo absorba en
exceso grasas y azúcares. Otro punto favorable es que aceleran el proceso de
digestión, lo que se traduce en la pérdida de algunos gramos de sobrepeso.
Para
disminuir esos kilitos.
Te daré 2 remedios caseros para este fin. Es importante
que seas decidido y tengas paciencia: los resultados se irán dando. Suma una
dieta balanceada y un plan de actividad física, en el que, por lo menos 3 veces
a la semana, te pongas en movimiento.
Opción
A. Todos los días, en ayunas, toma 12 semillas como si fueran pastillas, junto
con un té hecho de cáscara de toronja. Tómalo durante 15 días seguidos,
descansa 15, y vuelve comenzar.
Opción
B. Por la mañana, añade a un jugo de toronja de 15 a 20 semillas frescas;
trágalas sin masticar, como si fueran pastillas. Además de ayudarte con la
grasa, son excelentes para la digestión.
La próxima vez piénsalo dos veces antes de mandar estas
semillas al bote de la basura y trata de aprovecharlas. Si las machacas, sirven
para aderezar ensaladas o la vinagreta. Tienen un sabor un poco picante, parecido a la mostaza,
así que solo ten cuidado con la cantidad que utilices.
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