Si observamos con cuidado
podemos detectar la aparición de una franja social que antes no existía: la
gente que hoy tiene entre setenta años,
y ochenta años.
A este grupo pertenece
una generación que ha echado fuera del idioma la palabra "envejecer",
porque sencillamente no tiene entre sus planes actúales la posibilidad
de hacerlo.
Se trata de una verdadera
novedad demográfica parecida a la aparición en su momento, de la
"adolescencia", que también fue una franja social nueva que surgió a
mediados del S. XX para dar identidad a una masa de niños desbordados, en
cuerpos creciditos, que no
sabían hasta entonces dónde meterse, ni cómo vestirse.
Este nuevo grupo humano que hoy ronda los sesenta , setenta u 80, ha llevado una vida razonablemente satisfactoria.
Son hombres y mujeres
independientes que trabajan desde hace mucho tiempo y han logrado cambiar el
significado tétrico que tanta literatura latinoamericana le dio durante
décadas al concepto del trabajo.
Lejos de las tristes oficinas, muchos de ellos buscaron y encontraron hace mucho la
actividad que más le gustaba y se ganan la vida con eso.
Supuestamente debe ser por esto que se sienten plenos; algúnos ni sueñan con jubilarse.
Los que ya se han jubilado disfrutan con plenitud
de cada uno de sus días sin temores al ocio o a la soledad, crecen desde adentro.
Disfrutan el ocio, porque después de años
de trabajo, crianza de hijos, carencias, desvelos y sucesos fortuitos bien vale ver el mar con la
mente.
Pero algúnas cosas ya pueden darse por sabidas, por ejemplo que no son personas
detenidas en el tiempo; la gente de "cincuenta, sesenta o
setenta"", hombres y mujeres, maneja la computadora como si lo hubiera hecho toda la
vida.
Se escriben, y se ven, con
los hijos que están lejos y
hasta se olvidan del viejo teléfono para contactar a sus amigos y les
escriben un e-mail o un
whatsapp.
Hoy la gente de 60 , 70 o 80, como es su costumbre, está estrenando una edad que todavía NO TIENE NOMBRE, antes los de esa edad eran viejos y hoy ya no lo son, hoy están plenos física e intelectualmente, recuerdan la juventud, pero sin nostalgias, porque la juventud también está llena de caídas y nostalgias y ellos lo saben.
La gente de
60 , 70 y 80 de hoy celebra el Sol cada mañana y sonríe para sí misma
muy a menudo…hacen planes con su propia vida, no con la de los demás.
Quizás por algúna razón secreta que sólo saben y sabrán los del
siglo XXI.
La juventud se lleva por
dentro.
La diferencia entre un niño y un adulto; simplemente es el precio de sus juguetes.
Este nuevo grupo humano que hoy ronda los sesenta , setenta u 80, ha llevado una vida razonablemente satisfactoria.
Hoy la gente de 60 , 70 o 80, como es su costumbre, está estrenando una edad que todavía NO TIENE NOMBRE, antes los de esa edad eran viejos y hoy ya no lo son, hoy están plenos física e intelectualmente, recuerdan la juventud, pero sin nostalgias, porque la juventud también está llena de caídas y nostalgias y ellos lo saben.
La diferencia entre un niño y un adulto; simplemente es el precio de sus juguetes.
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