La mandrágora se utilizaba antiguamente
para curar. Hoy en día sirve como especia de cocina o como planta
estupefaciente y afrodisíaca.
Alcanza
una altura de unos 30 cm, y crece en zonas sombrías y húmedas, de poco sol. Sus
flores son de color blanco violáceo.
Sus raras raíces fueron antaño usadas
por brujas y hechiceros en rituales mágicos, ya que tienen un curioso parecido con
figuras humanas.
Según
la leyenda las raíces se transforman en personitas de verdad o pequeños duendes
que ayudan al dueño de la planta.
Es altamente tóxica y puede provocar la
muerte si se
ingiere. Es venenosa y
curativa al mismo tiempo. Según Génesis 30,14 ayudaría a la fertilidad.
Al ser humano lo tienta lo mágico y lo
esotérico, que no siempre es diabólico como creen algunos creyentes que
condenan todo.
Mejor
piensa que de algún modo tú y yo somos como la mandrágora: curamos con el amor
o envenenamos con el orgullo y el odio.
Somos ángeles o diablitos, seres de luz
o de sombra. Si amas a Dios con todo tu corazón, sanas, irradias luz, alegras y
unes.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Por favor, escriba aquí sus comentarios