El deseo cambia a lo largo de la vida, no se mantiene
estable. Sin embargo, en determinados momentos puede convertirse en un problema
que afecta a la relación en pareja. La buena noticia es que este problema tiene solución.
La clave para solucionarlo empieza por mantener tiempo de
calidad en pareja.
“Yo empezaría por reservar tiempo para la
pareja, para estar en intimidad, parar un poco, sin estrés, sin otras
cosas que hacer”.
Ese tiempo de calidad implica estar
de verdad.
“Hay algo que se ha puesto muy de
moda en los últimos tiempos, el
mindfulness, que tiene que ver con estar en el presente, con la experiencia
plena. En el deseo no es tanto lo que pasa sino que cuando pasa, las
personas no están en lo que tienen que estar. Si efectivamente vivo una
vorágine de vida, voy a mil por hora, tengo la cabeza puesta en mil problemas
que hay que resolver, aunque tenga un encuentro erótico, si yo no estoy en
clave erótica, si yo no tengo en la cabeza la atención y todos mis sentidos
conectados con ese momento, evidentemente no lo voy a vivir igual”.
El deseo puede ser tremendamente complejo, pero también
muy fácil. “No es más que las ganas de repetir aquellas cosas que nos traen
consecuencias positivas. Si yo estoy a lo que estoy, y tengo claro
gracias a una buena
comunicación en pareja que no estoy haciendo nada que no quiera hacer,
evidentemente, estar presente de verdad va a servir de muchísima utilidad”.
¿Hay que agendar los encuentros?
Una de las opciones para mantener
esa llama viva y que el
deseo no decaiga es dedicar tiempo y volver a tener citas en pareja. “A
veces hay que reservarnos para tener un ratito e ir calentando motores sin
tener ninguna expectativa. Simplemente
vamos a apartar un tiempo para estar disfrutando. Un punto importante es
no tener expectativas, de esa manera evitamos la frustración”. El deseo no se puede planear,
pero el encuentro sí.
“Debe planearse. A todos nos
cuesta encontrar huecos para quedar con una amiga, tomar café y ponernos al
día. Ese esfuerzo se tiene
que trasladar a la pareja, hay que cuidar la relación, tener una cita aunque
vivamos juntos, sin distracciones para cultivar una buena comunicación y que
surja el deseo".
Atención a la comunicación
Otro de los aspectos en los que
hacen hincapié las expertas es en la comunicación en pareja. “Si la forma de comunicarse de
la pareja es siempre te dejas todo por el medio o estoy hasta las narices de
que no saques la basura, probablemente eso va a influir en que haya un ambiente
más negativo; lo que también va a repercutir en que a lo mejor no le
apetezca demasiado mantener relaciones sexuales”.
¿La solución? Cambiar esas pautas de comunicación que
pueden ser un poco negativas por otras más asertivas como Cariño, te
importaría recoger esto que has dejado aquí. “Unas pautas de comunicación
reforzantes, que puedan generar unas actitudes más positivas, probablemente
influyan en que tengamos
una mejor predisposición a estar a buenas con nuestra pareja, a que
surja el deseo y tener una buena convivencia, un buen espacio para ello”.
Por
último, las expertas insisten en ser flexibles. “Si la fórmula de afrontar el
problema es rígida y desde la insistencia, generalmente lo vamos a
problematizar mucho más. Es importante que la pareja entienda que hay situaciones
que pueden no apetecer en un determinado momento, comunicarlo y buscar otra
alternativa”.
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